Avalado por los UKLA Awards y por las palabras de elogio de numerosos autores y artistas, la conmovedora historia atrapa desde los desgarradores versos de Christina Rossetti con los que arranca la presente edición, una delicada apuesta ilustrada de gran belleza que narra de forma simbólica un proceso vital por el que inexorablemente han pasado (o pasarán) todos los lectores. Amanda Shuffleup, una joven que vive junto a su mamá, confía ciegamente en su mejor amigo, Rudger, alguien especial (e intangible) a quien aprecia por encima del resto y que ahora está amenazado. Para sobrevivir junto a ella y superar la persecución implacable que el siniestro y estrafalario Sr. Bunting ha iniciado necesita una buena dosis de imaginación y todo el apoyo de la protagonista y algunos viejos conocidos. Una historia original, emocionante y un tanto espeluznante aliñada con una propuesta gráfica de muchos quilates que alterna color y blanco y negro, repleta de estampas mágicas e incluso un folioscopio en la parte inferior de algunas páginas. Imprescindible para lectores a partir de los nueve años.

Todos tenemos un bosque dentro. El protagonista del relato, estructurado en una espectacular colección de imágenes que no necesitan palabras para emocionarnos, descubre un amigo en comunión con la naturaleza. Fiel a su semejante camina entre brumas, bandadas de pájaros, bosques y estrellas hasta la ciudad. Allí, lejos de la belleza y la sencillez, el niño y su inquietante amigo se diluyen, se fusionan al mismo tiempo que los lectores planteamos varias cuestiones en nuestras cabezas. Abrumados por el poder de las ilustraciones, fruto de una técnica mixta, tal vez descubramos la floresta interior. La obra fue la ganadora del prestigioso concurso de Álbum Ilustrado A la orilla del viento en su XIX edición.

Un álbum divertido, fresco, ocurrente y disparatado. El personaje principal nos recuerda un poco a otra obra de Blake, El violín de Patrick, pues ambos protagonistas disfrutan con los animales y la música. En Míster Magnolia las anécdotas se suceden una tras otra a la vez que vamos contando del 1 al 10 distintas cosas. El autor consigue un ritmo alegre en el texto y en las imágenes tan características de su estilo: expresivas y vivas. La publicación recibió la Medalla Kate Greenaway (1980) y el Premio Red House Children´s Book (1981). Bienvenida sea esta nueva edición de un ya clásico de Quentin Blake.

La mancha de humedad parte del clásico de la literatura infantil uruguaya “Chico Carlo”, escrito en 1944 por Juana de Ibarbourou, reconocida escritora y poeta de la primera mitad del siglo XX. Su protagonista -una niña- crea fantásticos universos a partir de las manchas de humedad de su cuarto, desplegando todo lo imaginable desde la mirada embelesada de un niño. Breve texto que describe claramente los personajes, con un sencillo y eficaz argumento que concluye con un final muy realista. Impactan las sugerentes e intensas ilustraciones del siglo XXI, de Matías Acosta, quien mereció la distinción del White Ravens de la Biblioteca Internacional de Münich, 2015.

Una montaña y dos países. El primero situado en la zona de arriba y el segundo abajo. Se llaman País de Alto y País de Abajo. En un principio tuvieron comunicación entre ambos por una callecita curva pero el tiempo fue poco a poco cubriéndola de maleza y zarzas y quedo en desuso. Cada uno hacía su vida y tenía sus peculiaridades que no se parecían a las del otro, por ejemplo, el País de Alto está superpoblado porque el aire puro es más abundante en la cima y en el País de Abajo hablan bajito. El 23 de febrero cayó una gran tormenta que les afectó a los dos países por igual y supuso la relación entre ambos. Autora e ilustradora, con un gran despliegue de imaginación,  han conseguido un álbum lleno de detalles y de humor.

El neoyorquino Robert Chambers, tan prolífico como irregular prosista, llegó a la literatura tras haberse iniciado, con cierto éxito, en el terreno de la ilustración, donde cultivó un estilo que no  presagiaba el peculiar y sugerente universo creativo que su literatura pondría de manifiesto. La publicación de El rey de Amarillo (1895) reveló a un autor de gran calidad literaria, interesado en mostrar una veta del terror (el ‘horror cósmico’ que estilizará, poco después, Lovecraft) alejada de las formulaciones más convencionales, propias de la literatura popular del periodo. El horror que se manifiesta en sus relatos es hijo de la visión desasosegadora y angustiosa de la existencia que preside el lento desarrollo de la modernidad temprana hasta nuestros días, pero también es una reacción ante el desencantamiento del mundo que el cambio de ciclo había propiciado, una cotidianidad desacralizada donde la magia, la superstición o el tabú no son ya posibles: Chambers ofrece al lector un espectacular descenso al territorio de lo irracional, lo incomunicable, al espacio de la ensoñación desquiciada, del desconcierto producido por el empuje de fuerzas desconocidas, como si el mundo fuera una entelequia inaprensible. Profundamente perturbador y absolutamente recomendable.

El protagonista es el lector que será espectador de varias escenas que transcurren en este libro-álbum. Desde experiencias cotidianas como el niño en la bañera, el guante en la mano, la oscuridad... hasta otras no tan cercanas como el tigre en la jungla, el lobo en el bosque. Conceptos e imágenes unidos para que el niño los vaya comprendiendo y cree historias a partir de lo que ve y observa. Texto corto e imagenes diversas para crear primeros planos o una visión de conjunto, todas desarrolladas con colores vivos y planos.

Tras la inolvidable y accidentada estancia del escritor Klaus Goldkey en la noble y bella tierra de Krpkruett, por fin ha encontrado el tiempo y la inspiración necesarias para recopilar todas sus experiencias, incluyendo por supuesto las sutiles indicaciones del ministro de Turismo, y publicar el trabajo para el que fue contratado: la guía oficial de viaje del país.
Un completo, y descacharrante, recorrido ilustrado a todo color por su historia, gastronomía, folclore, leyendas y cultura, que además sugiere establecimientos fantásticos para descansar y apreciar sosegadamente las múltiples virtudes del pueblo krpkruettiano. 

Desde que nació, Lazslo mantiene una actitud cómplice con una peculiar compañera de piso que vive agazapada en algunos de los rincones de su hogar, aguardando el inocente saludo diario de su pequeño interlocutor. Uno de los miedos atávicos de nuestra especie es la oscuridad, que nos vuelve vulnerables y nos deja a merced de peligros sobre los que resulta tentador fantasear. Sin embargo, la oscuridad que retrata Snicket -ayudado del trazo tierno, amable y de reminiscencias setenteras de Klassen, magnífico creador de atmósferas- es, paradójicamente, luminosa, pues lejos de resultar amenazante, se convierte en uno de los resortes que ayudan al niño a superar sus miedos y a armarse de coraje ante las dificultades que habrá de sortear al lo largo de su existencia, pues, a menudo, en la fortaleza interior reside el dominio de la adversidad. Delicado y elegante álbum, con uno de los finales más afortunados que recordamos.

Este álbum ilustrado trata temas como el miedo y la capacidad imaginativa de los niños como arma para vencer aquello que les asusta y paraliza: la oscuridad. La niña protagonista cuenta a su madre aquello que ha imaginado, y la madre la escucha. Una historia en la que fantasía y realidad se entremezclan con la naturalidad con que suelen hacerlo en el mundo infantil, narrada a través de un texto muy filosófico que dará pie para la reflexión. Las ilustraciones, muy llamativas, invitan a mirarlas una y otra vez.

Viajar y regresar forman parte, para el autor de este libro, de idéntica dinámica: la que augura para el viajero la experiencia de conocer el entorno y conocerse a sí mismo en el camino, por el camino. Magníficamente editado, y con preciosas ilustraciones, este libro relata una serie de viajes imaginarios y describe lugares y gentes tan vitales como sorprendentes.

Un imaginario que facilita el aprendizaje de palabras de una forma divertida. Todas ellas pertenecen a entornos muy cercanos y fácilmente reconocibles por los más pequeños como son la casa, la escuela, la vida en la ciudad y la naturaleza.  Se trata de un diccionario de imágenes en el que el juego es posible en cada una de sus páginas, ya que los niños y niñas tendrán que resolver adivinanzas o buscar y encontrar los objetos y personajes que se esconden entre sus ilustraciones, llenas de colorido y pequeños detalles. Una encuadernación muy cuidada, con anillas, plastificada y lavable, facilita la manipulación por parte del menor.

Escrita con el estilo de las enciclopedias geográficas del siglo XIX, esta guía nos transporta por un mundo irreal y maravilloso, plagado de rincones sorprendentes, perfectamente "documentados".
Mares imposibles, montañas de ensueño, ciudades habitadas por seres extraordinarios... Un compendio deslumbrante, atractivo y de una realidad casi verosímil, a la que contribuyen los aspectos formales: ilustraciones, grabados y mapas, realizados a la manera decimonónica, que hacen familiares los parajes descritos.