Pasar las relaciones de pareja por la freidora es una forma original y, al igual que los anteriores capítulos, tremendamente divertida de saborear los tópicos, problemas y grandezas cotidianas que acarrea la convivencia entre los amantes. Los defectos, las virtudes y las manías se empequeñecen y engrandecen mejor con la sonrisa puesta. Situaciones reconocibles por todos los que hayan compartido piso que en este tercer volumen incluyen nuevas escenas mediante las que la autora se burla de la adicción al smartphone, la dependencia de las redes sociales, los sacrificios que implican las mascotas o las faenas involuntarias que se hacen entre los protagonistas. Incluso realizan algunas etapas del Camino de Santiago y cuentan los problemas que han vivido en otros viajes. Todo ello bajo el simpático estilo, muy colorista y desprovisto de ornamentos innecesarios, combinando realidad y fantasía, que ha dado tanta fama y popularidad a la autora. Una colección que sigue generando fieles, nuevas ediciones y productos de merchandising, avalada por su reconocimiento en el prestigioso Salón del Cómic de Barcelona en 2014.

La vida cotidiana ofrece pocos momentos para la aventura y las rutinas obligan a Marcial a seguir unas pautas que se repiten. Tiene los gustos de cualquier niño de su edad, se aburre cuando las clases no son divertidas y prefiere los espaguetis a las acelgas. Tal vez si utiliza el mejor antídoto contra el tedio vea las cosas de otro color. Solo hay que concentrarse un poco y dejar fluir todo aquello que pase por la cabeza. José Fragoso, un artista que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EEUU, construye un simpático alegato sobre el poder de la imaginación, especialmente en la infancia, para revertir cualquier situación. Original en la propuesta gráfica, alabada por el dibujante de la revista The New Yorker Benjamin Schwartz en el prólogo, las composiciones están construidas mediante collage, acuarela y procesos digitales, y aportan un interesante toque de frescura al panorama actual.

“Cuando a un libro lo miran, ¿el libro qué ve?”. Con este epígrafe se abre una miscelánea de textos mayormente poéticos (poesías, rimas, canciones) y otros renuentes a una clasificación genérica (cartas, diálogos absurdos, instrucciones, breves relatos) alrededor de situaciones de la vida cotidiana personal, familiar y social, con sus momentos de luz y de sombra, con las emociones que nos acompañan y las ideas que nos guían. El autor es el “cazador sorpresa” que va recogiendo las vivencias propias y las de los lectores, y las devuelve hechas poesía en algunos tramos; o las observa con humor (con las potencialidades del humor absurdo) para que podamos tomar distancia, distendernos y disfrutarlas. “Contra el miedo –dice el poema que da título a la antología− lo mejor es no estar solo”. Grata invitación a compartir una mirada lúdica con los adolescentes, sin eludir la posición reflexiva y crítica especialmente sobre la sociedad de consumo, los avances deshumanizantes de la tecnología o la distorsión de la realidad que, a veces, realizan los medios masivos.     

Libro álbum que juega con la curiosidad del lector al empezar a describir la mascota de la voz narradora pero sin nombrar qué es. A medida que el lector va pasando las páginas con textos sencillos acompañados de ilustraciones que ayudan a disparar la imaginación sobre la posible mascota, Yolanda Reyes va narrando la vida cotidiana y la relación entrañable de padre e hijo, sus juegos y hábitos. Las imágenes dialogan con el texto y a la vez narran una historia paralela que resulta irreverente e hilarante, sobre la madre de la voz narrativa que intenta ponerle la pijama y ordenar la casa.

Los dueños de los perros usan correas cada vez más flexibles a la hora de pasear. René, tras un tiempo encerrado en casa, decide que es hora de salir a estirar las piernas junto a su mascota, la tortuga Botón, utilizando uno de estos dispositivos. Asustada ante el paso de un monopatín, el animal inicia un divertido e imaginativo recorrido que sirve como excusa para presentar todo un catálogo de situaciones absurdas a través del tiempo y el espacio. Dibujos caricaturescos en dos colores que iluminan pasajes históricos, deportivos, artísticos o, simplemente, extraídos de la vida cotidiana. Una apuesta gráfica para lectores con ganas de pasar un buen rato siguiendo la pista de la protagonista.

Una canción de Pablo Guerrero toma forma de álbum con las expresivas imágenes de Emilio Urberuaga, que desarrollan una historia construida como una secuencia ilustrada de los sentimientos apasionados con los que un niño expresa el inmenso cariño que siente hacia su madre. Desde la portada se invita a un emotivo paseo por la imaginación, atravesando la puerta que enmarca al protagonista con el juguete y el gato que le acompañan en el cuento y que, en cierto modo, anclan en la realidad esta historia hecha de deseos.

Ottoline, una niña inquieta y su amigo el Sr. Munroe vuelven a ser los protagonistas del cuarto libro de esta colección tan imaginativa. En esta ocasión, Ottoline conoce a un ocurrente personaje, el Zorro Púrpura, que les promete a ella y a Mr. Munroe realizar un safari urbano nocturno para conocer animales muy interesantes. También descubrirá que una niña librera tiene una gran semejanza con ella. El colofón es la fiesta que organiza  donde invita a todos sus amigos. Abundantes ilustraciones y gran derroche de fantasía logran crear el mundo particular de esta niña. Y como regalo la "invitación" de Ottoline a la fiesta. No defrauda.

Una historia sencilla y hermosa sobre la amistad entre un niño y un pato. Es de noche y llueve. Nico está en su casa y oye que llaman a la puerta. Al abrir se encuentra con un pato y, desde ese día, el animal pasa a formar parte de la vida de la familia. Comparte juegos con el niño y se hacen inseparables, hasta que un día desaparece. No hay forma de encontrarlo... Pero la historia da un giro inesperado con un final redondo y sorprendente. Un álbum alegre y delicioso.

Un soplo de humor y originalidad para acercarnos al enigmatico mundo gatuno. Expresiones que hemos oído con frecuencia y que forman parten de nuestro lenguaje dan forma a la Breve Gatopedia ilustrada. Nos deleitamos con 16 relatos breves sobre el Gatón de Biblioteca, M.I.A.U, el Gato encerrado, el Gato hidráulico, el Gatomuso, el Gato de tres pies... La autora ha sabido elegir rasgos característicos de los mininos que fusiona con dichos populares para conseguir una divertida selección repleta de reflexiones muy imaginativas. Original e ingenioso, el texto está acompañado de ilustraciones muy coloristas que reflejan algunos de los pasajes cotidianos de estos singulares felinos.

A bordo de un coche modelo escarabajo, recorriendo los rincones de la paradisíaca isla de Algures, todo parece perfecto… Sin embargo las vacaciones de la inspectora Nola, en esta segunda aventura de la serie, se han convertido en una pesadilla. La vida de sus seres queridos está en peligro y solo una delicada investigación, siempre con la ayuda del comisario y de su gato Lolo, puede aportarle las claves para que todo acabe bien. Una narración que constituye un tributo a los clásicos del cine negro, maravillosamente ilustrada con composiciones gráficas de gran variedad, en donde se suceden las sorpresas. Hay que prepararse para ayudar a descifrar las pistas con las que resolver el rompecabezas. 

A pesar de que los nisse son muy celosos de su intimidad, Tontu accede a pasar largos ratos con Hilda. Gracias a él puede ver mucho más allá que la simple realidad, y los campamentos se convierten en doblemente divertidos y excitantes. Pero la aparición de un extraño animal depredador condiciona la vida del pueblo y la pequeña aventurera está decidida a desvelar el misterio antes de que sea demasiado tarde.
A medio camino entre el trazo de Schulz y la estética del Studio Ghibli, Pearson constituye un imaginativo soplo de aire fresco para lectores de cualquier edad. Combina magia, fantasía y aventura en originales tramas ambientadas en un espacio indeterminado, en donde el cálido tratamiento del color y el uso de todo tipo de recursos gráficos, atrapa tanto a los amantes del cómic como a los no iniciados. Una serie llena de destacables composiciones cargadas de detalles y hallazgos visuales en donde surgen entrañables personajes secundarios que brillan tanto como los principales.

Carlota es una niña que compra con su abuela un lobo como mascota. Lo llevará a casa y jugarán juntos hasta que se vayan a dormir. Se duermen enseguida...y a media noche el lobo enseña sus dientes, ¡estaban claras sus intenciones! Pero con lo que no contaba el animal era con un ataque en toda regla de alguien que sale del armario. Juega el autor con el lector pues le sorprende con una historia que desde el principio hasta el final rompe estereotipos. Es divertida y nos descubre a una niña que es imprevisible pues hasta un plan tenía. Y este cuento no es de Caperucita, ni de su abuelita, aunque haya...¡un lobo!

A la pequeña Lucía le encanta trastear en compañía de su fiel amigo Pegotes, un perro que acostumbra a ir tan sucio como su dueña. Y es que para jugar a gusto, nada como despreocuparse de la limpieza, esa rara obsesión de algunas personas, como la madre de Lucía, quien está harta de lavarles una y otra vez sin conseguir que niña y can aguanten limpios siquiera unos minutos. Pero en esta ocasión y con invitados a punto de llegar, es posible que todo cambie... o no. La escalera es el primer título de la serie protagonizada por Lucía Manchitas, cuya capacidad de atraer las temibles manchas es el motivo central de la colección creada por el dúo Schmidt y Westendorp, una de las parejas creativas -escritora la primera, ilustradora la segunda- más fecundas e interesantes de la literatura infantil europea, merecedora de importantes premios y cuya obra se sigue valorando y editando en nuestros días. Una propuesta amable... y, sin duda, divertidamente realista.

Siete animales diferentes le envían al protagonista de esta historia, desde el zoo.  A cada uno de ellos le ve un inconveniente y lo devuelve. ¡Por fin el octavo animal que llega a sus manos es el que él quería! Y se lo queda. En la sencillez está la grandeza y este libro nos lo confirma. Pequeño, cercano, repetitivo, muy bien secuenciado..., capaz de sorprendernos, de mantener la curiosidad y la expectación hata el final, de emocionarnos. Con solapas que el lector tendrá que levantar para descubrir qué animal está dentro de la cada caja.

La tercera parte de las aventuras de Lia mantiene la estructura que le ha dado tanta popularidad.  Alternando emails, mensajes y chats podemos conocer el día a día de la pandilla de una friki entrañable que trata de reflejar las costumbres y aficiones de la primera adolescencia.  En esta ocasión todo gira en torno a un viaje a Luxemburgo, en donde residen los abuelos, y que conlleva una serie de divertidos trámites, como buscar a alguien lo suficientemente preparado como para ocuparse de su mascota, la tortuga Cocodrolo.