El libro del otoño completa la serie de «Las estaciones» y mantiene las mismas características y personajes que el resto de los títulos. Un álbum de imágenes, sin textos, que presenta distintas situaciones, detalles y escenarios donde el otoño es el protagonista: las hojas se caen de los árboles, la gente ésta abrigada, se celebra un concurso de calabazas, las cigüeñas emigran a otros lugares, las ardillas recogen nueces para tener comida, etc. Cada doble página narra múltiples historias y el niño puede jugar a encontrar objetos, seguir el itinerario de un personaje o imaginar nuevas aventuras.

Ramón cada domingo hace el mismo camino. Es un día sin lluvia pero sale a pasear por el sendero con su paraguas naranja abierto. En su recorrido se encuentra con el pianista junto a la orilla del lago, ve a la chica de la bicicleta, entre los árboles saluda al señor que cuenta las hojas en otoño e incluso, más tarde Ramón saluda al Ramón del estanque. Jesús Cisneros consiguió con esta obra el prestigioso Premio Lazarillo de ilustración 2007.  Las pinceladas poéticas de la narración y las tonalidades ocres predominantes en la ilustración se entrelazan en perfecta armonía.

La señora Otoño llega cada año con sus bolsillos repletos de cosas nuevas y sorprendentes. Con este cuento de otoño se explica a los niños esta estación del año, y se les muestran los colores que la identifican, el tiempo atmosférico que acompaña y los elementos de la naturaleza que mejor la representan, como las setas, las castañas, las piñas del bosque, las calabazas y los caracoles. Además, el texto está escrito en mayúsculas y en cursiva, para que los niños se acostumbren a la escritura manual, y presenta al final un vocabulario en inglés y español.

La editorial recupera una joya ilustrada que tiene como protagonista a una casa, testigo del inexorable paso del tiempo, con sus alegrías y penas. La idea de narrar la evolución histórica de un edificio, y mostrar los cambios experimentados por éste con el pasar de los días, a partir de una ilustración realista no es original de Roberto Innocenti, ya que un proyecto similar había sido desarrollado antes por el ilustrador suizo Jörg Müller. Sin embargo, mientras éste último se limitó a reproducir la sucesión de imágenes con una exactitud de historiador, sin aportar texto alguno y dejando al espectador libertad para elaborar su propia interpretación, J. Patrick Lewis cuenta una historia marcada por la belleza de las virtuosas imágenes modeladas por el dibujante italiano (Premio Andersen 2008). Un lugar que permanece inerte pero al que afectan numerosos cambios, desde los ciclos propios de la estaciones, que incluyen las labores de cultivo y recolección o la celebración de fiestas, hasta aquellos marcados por la intervención del hombre: la guerra y el desplazamiento de personas, los avances técnicos y la transformación del mundo rural. Esta casa tiene algo de ser vivo: aunque fue creada y destruida, de un modo u otro aún permanece, y ahora su puerta está abierta a las nuevas generaciones de lectores.

Al igual que en el resto de la colección, el autor escoge un ave que considera de especial interés, en este caso el Pico Picapinos (pájaro carpintero común), para trenzar un relato en torno a su vida, costumbres y hábitos, variables con el paso de las distintas estaciones del año. Destaca la poética descripción del ecosistema en el que habitan, recreado con evocadoras imágenes que presentan al protagonista en diferentes actitudes y paisajes. En la parte final, siguiendo la estructura habitual de esta propuesta, aparecen descritas tanto las distintas apariencias bajo las que podemos encontrar al animal como los datos técnicos fundamentales referentes a su alimentación, reproducción o tipo de nidos que construye. Los niños, como grandes admiradores y observadores de los pájaros, seguro que disfrutarán convirtiéndose en ornitólogos aficionados. 

Si vuestro hogar parece triste y cansado abrid puertas y ventanas. Dejad que los versos de este poemario inunden todas las habitaciones. Entre las estrofas hay aves, recuerdos, haikus, referencias a libros inolvidables y muchos sentimientos. Cada página es una ventana a una estación del año y a todo aquello que debe impregnar el ambiente ideal para una dulce convivencia: amigos, canciones, fiestas, aromas, bailes, seres queridos… Un inventario ilustrado a base de personajes risueños y objetos combinados con delicadeza, teñidos en tonos pastel a través del prisma mágico de la artista chilena Francisca Yañez.

Idílico recorrido por el ciclo natural a través de los cambios y particularidades que suceden en cada estación del año. La propuesta gráfica, un delicado y artesano catálogo de estampas en variadas tonalidades cromáticas sobre escenarios presentados a sangre, sirve como base para una colección de textos, a medio camino entre la información rigurosa, desgranada en múltiples notas complementarias, y los sentimientos que evoca cada etapa, óptimos para leer en compañía. Las cuatro temporadas son analizadas en ocho secciones: el jardín, el huerto, el bosque, la granja, el campo, el estanque, la huerta y la calle. En cada una de ellas los autores instan a fijarnos en detalles que no podemos perdernos y describen algunas notables diferencias que se pueden apreciar a medida que cambia el tiempo (comportamientos animales, alimentos vegetales de temporada, incidencia en el medio urbano…) Una poética invitación a vivir al máximo cada día que puede ser el complemento ideal a un sosegado paseo junto a los pequeños o jóvenes de la casa.

Para descubrir pausadamente la vida de la naturaleza a lo largo de un año. Con gran delicadeza se van describiendo las cuatro estaciones de cómo las viven y sienten los animales, los árboles y las plantas. Estrella Ortiz logra dar a las palabras musicalidad. Consigue un texto alegre que invita a recitar y leerlo en voz alta. El lector encontrará además referencias al tiempo, al silencio, a la espera, mencionadas de forma sutil y expresa. Se complementa el álbum con las ilustraciones muy vivas y expresivas de Carmen Queralt.  En definitiva, un libro redondo.

Esta tarde, o mañana por la mañana, si vas al parque fíjate bien en sus bancos. Permanecen impasibles al paso del tiempo, como este banco azul, y tal vez han sido testigos de historias como las que Albert Asensio comparte. Recuerdos transformados en delicadas ilustraciones, pequeñas obras de arte sutiles y llenas de sensibilidad que eligen esa tonalidad como hilo conductor. Pasan las estaciones, pasa la vida, el amor, el tiempo, pero el asiento se queda con los recuerdos, con las palabras sinceras, con el olor del otoño y el paisaje del invierno mientras ve crecer a los protagonistas. Y seguirá, como esboza el evocador final, atento a las nuevas historias que están por venir. Un bello álbum ilustrado que incluye en sus guardas una batería de interesantes ideas para practicar la mirada consciente y activa a nuestro alrededor.

No es fácil hallar una obra sobre las estaciones que destaque por su calidad y que, además, aporte novedad al género. Ésta lo consigue. Más que mostrar los cambios que se producen con el paso de las estaciones, este libro de imágenes nos invita a observar nuestro entorno, a establecer asociaciones, a tomar conciencia de cómo el tiempo no sólo es cíclico sino que a veces se prolonga y otras se intensifica según el clima. Una obra que le devuelve la complejidad a un tema a menudo empobrecido sin sacrificar por ello su proximidad.

Primavera, verano, otoño e invierno pasan sin que muchas veces prestemos atención a los más insignificantes cambios, que sin embargo son los que dan color a cada parte del año. Este álbum nos invita a escuchar con atención el sonido que producen las estaciones: los insectos en verano, las hojas de otoño o el crujir de la nieve en invierno. Las onomatopeyas se unen a las deliciosas ilustraciones llenas de detalles que acompañan al texto para sumergirnos en la poesía y la magia de este paseo por las estaciones, con juego final incluido. ¡Sólo para oídos despiertos!

Un libro informativo que ofrece la posibilidad de visualizar los cambios que se producen en la naturaleza mes a mes. Con datos y curiosidades relacionados con la flora y la fauna que asombrarán e interesarán al lector. Para cada mes se ofrece un desplegable donde se presentan los cambios de temperatura que se van produciendo, las plantas que nacen en cada período, así como los animales y los frutos. La obra se abre con un prólogo del director del Zoo de Santillana del Mar (Cantabria) y, al final, se incluye un índice alfabético con el nombre de algunos animales y plantas que han ido apareciendo a lo largo del libro.

Cuando llega el otoño se nota por sus colores y olores. Llega con bufanda y abrigo. Los colores son ocres, llamativos. También trae el viento. Es momento de tardes en casa, acompañado, y de paseos en bicicleta abrigado. Avanza... Este bello álbum ilustrado, de gran formato, tiene como protagonista a esta estación del año: el otoño. Un texto poético sencillo, que sugiere más de lo que dice, se va deslizando con suavidad página tras página para desaparecer justo cuando el otoño se encuentra con su amada: la primavera. Las ilustraciones enfatizan aquello que sugiere el texto: los colores, el calor del hogar, el viento, el caer de las hojas, etc. Un álbum para deleitarse leyéndolo y mirándolo una y otra vez.

El título está incluido dentro de la colección «¿Qué sabes de...?», de la editorial Edebé, dedicada a las estaciones del año y a los cambios que se producen en ellas. El otoño realiza un recorrido por diferentes aspectos relacionados con esta época del año y hace pensar al lector sobre los objetos asociados con esta estación y lo que más le gusta de ella. También le propone actividades que van desde hacer un cuadro con hojas secas o recoger castañas hasta hacer compota. Las explicaciones son sencillas y se acompañan de ilustraciones, por lo que la obra constituye un primer acercamiento al tema muy adecuado a la edad y a los intereses de los prelectores.