A las afueras del pueblo abre cada día una tienda muy especial, La Curiosa Librería. Los lectores piden consejo a su gestor para encontrar historias sobre todo tipo de materias en los soportes más ingeniosos: libros peculiares, relatos sobre profesiones, acontecimientos y lugares famosos, incluso obras que hablan también de las propias librerías o de las bibliotecas. Nuestro amigo nos explica, a través de pequeñas historias que beben de estéticas y elementos propios de lenguaje del cómic, cómo cultivar un árbol escritor, a la vez que ofrece divertidos catálogos de libros hechizados, máquinas fantásticas que potencian la experiencia lectora, plazas en campamentos intensivos para libreros e incluso un completo plan de mejora de competencias para esta profesión que incluye desde la organización de los materiales (en tono humorístico), hasta el proceso correcto para envolver cada cuento. La obra incluye igualmente ocurrentes iniciativas como los perros prescriptores o los denominados “guardianes del buen gusto”, para que las colecciones que atesoramos no “se pierdan con el tiempo sin pena ni gloria”. Shinsuke Yoshitake ha irrumpido con gran éxito en el panorama de la literatura infantil en los últimos años con proyectos gráficos tan ingeniosos como Ser o no ser… una manzana (Libros del Zorro Rojo, 2019); o Atascado (Bárbara Fiore, 2018)

En la misma estantería, o en la mesita de noche, donde nos prestan abrigo cada vez que lo necesitamos títulos como El libro de los libros o Como una novela, por poner algunos ejemplos de homenajes sinceros a la lectura que reúnen la excelencia, debería reposar el nuevo proyecto de Jimmy Liao, que llega a España a la vez que otros cuatro títulos mientras se celebra la primera retrospectiva del autor taiwanés en Madrid. La obra afronta la actual revolución que ha experimentado la cadena del libro, con la aparición de nuevos agentes y actitudes al mismo tiempo que perduran, en muchos sectores, los viejos tópicos y desfasadas cadencias sobre la pérdida de afición a la lectura o se producen dramáticos finales de negocios de toda la vida vinculados al sector. “La librería de la esquina quizá tenga que cerrar. He sido el primero en enterarme porque mi padre es el dueño” Con esta punzante reflexión, el protagonista de la historia convoca a sus compañeros de clase a un cónclave maravilloso, una especie de club de lectura en el que se parodian distintas reflexiones de literatos de la talla de Orhan Pamuk, Stephen King, Margaret Atwood, Aldous Huxley, Italo Calvino, Haruki Murakami, Ursula K. Le Guin, Astrid Lindgren, Ray Bradbury, Neil Gaiman… Iconos cinematográficos como Audrey Hepburn, Woody Allen o Marilyn Monroe; activistas sociales como Malcolm X, e incluso celebridades de nuestro tiempo, como Bill Gates. Al hilo de sus ideas incluye un breve apunte biográfico, los comentarios de los escépticos asistentes a la reunión, representados a través del lenguaje del cómic, y, por supuesto, las inigualables exégesis gráficas del autor, que lleva sorprendiendo a los lectores desde finales de los 90. En esta ocasión abandona su característico aura de tristeza para trazar un emocionante homenaje a los libros, los editores, escritores, ilustradores y tantos agentes que permiten que todos sigamos disfrutando del gran placer de la lectura.

Marta se pierde y encuentra una tienda pequeña con un escaparate que tiene solamente un libro posado en un atril. Se trata de La librería perdida. Entra curiosa y un anciano la recibe. Su sorpresa llega cuando la dice que hay un libro para ella. Pero también la hace una advertencia: si lo lee entrará en un mundo del que no podrá regresar.  Marta duda pero, finalmente, se lo lleva. Empieza entonces nuestra aventura como lectores, pues desconocemos si es fantasía o realidad lo que vivimos cuando leemos. Óscar Perales ha sabido dar a sus ilustraciones un tono de misterio que realza las bondades del texto de Aurora Rúa. Un homenaje al mundo que rodea al libro.

Zoe está unida a su ciudad por la tela invisible de los recuerdos asociados a edificios, parques y rincones de un lugar al que no sabe si podrá volver. El valor de las vivencias en el cine, la escuela, la biblioteca o la librería; mantendrán vivos los sentimientos allá donde vaya, porque sabe que aquellos pequeños placeres conforman el verdadero paraiso de la felicidad. Un bello cuento ilustrado con técnicas que recuerdan al dibujo en acuarela capta los sentimientos de una niña que huye de la guerra dejando un mapa imborrable de buenos momentos.

El ratón Simenón desconoce que existen diferentes tipos de hambre. Los bocadillos de queso están muy buenos, también la fruta y el pescado, pero nada alimenta tanto como las buenas lecturas. El descubrimiento de la librería provoca en el roedor el mayor de los placeres. Gracias a la librera, animales y niños disfrutan juntos, al igual que aquellos que se sumerjan en las cálidas imágenes, distribuidas a sangre y concebidas en grandes dimensiones, mágico complemento ideal de un texto cargado de simbolismo. 

Muchos niños ignoran que en las ciudades existen lugares donde siempre se producen fenómenos mágicos. Pequeños y grandes espacios en donde se almacenan libros en los que suceden hechos, a veces, inexplicables. Los hermanos Diego y Alba tienen la suerte de tener a su tía trabajando en uno de ellos: la librería Abracadabra, en Barcelona. Allí descubren extraños acontecimientos que su profesor de Literatura, el señor Pampanas, nunca imaginaría. Misterios que trasladan a la pareja desde las páginas de inmortales historias, ahora vacías, hasta escenarios transformados por culpa de la irrupción de objetos que no corresponden con cada trama. Supone el inicio de una saga de doce títulos que revisita escenarios y personajes históricos de la Literatura Universal para disfrute de los pequeños lectores de hoy. La parte final incluye algunos juegos basados en la novela.

La pesadilla se convierte en realidad cuando accedes a la biblioteca secreta. Un espacio que escapa a la imaginación de los lectores que se acercan a devolver o renovar el préstamo de sus libros. Tras las estanterías descendemos a un sótano interminable que esconde extraños personajes fantásticos, enfermos de soledad, y un guardián demasiado inquietante para ejercer como bibliotecario. Para volver a ver el mundo real es preciso superar una difícil prueba relacionada con antiguos y surrealistas manuales históricos, pero ¿es posible soportar el encierro sin buscar nuevas alternativas? Salpicado de primeros planos y oscuros detalles, el universo Murakami muta en bellas ilustraciones y sutiles estilismos que difuminan el pavor que evoca el relato, reeditado de forma excepcional para ser descubierto por nuevas generaciones.

El Sr. Tadeo Tillmam Trutz busca un empleado para su librería. El joven Karl Konrad Koreander responde al aviso de búsqueda de empleo. Comienza su trabajo y al poco tiempo desaparece el dueño de la librería dejando un extraño legado. Karl decide emprender su búsqueda a través de las habitaciones traseras de la librería. Encuentra una serie de libros a través de los cuales ingresa a un mundo de fantasía que lo sorprenderá y sorprenderá al lector que decida acompañarlo.

Harry Wallman regresa al barrio de su infancia para recorrer, por última vez, los escenarios en donde vivió experiencias tan traumáticas como el fallecimiento de su padre o el accidente del director de la escuela. En las ruinas de la vieja librería, lugar en el que descubrió fascinantes historias de terror, cree oír la voz del Sr. Geffe. Pero las cosas no son siempre lo que parecen… Estructurado en flash backs, las viñetas tienen la particularidad de narrar la historia sin utilizar los cartuchos (solo a través de bocadillos), con oscuros y exquisitos dibujos de corte realista, esbozados en trazos que recrean la apariencia del grafito. 

Ha pasado el tiempo pero la herida sigue abierta. Sus padres fallecieron en un horrible accidente y solo un misterioso pacto salvó a Helena de morir junto a ellos. El mundo a su alrededor ahora es complejo, únicamente la compañía del viejo librero y sus historias en papel parecen consolar a la protagonista, atrapada en brumosos sentimientos y contradicciones. Todo ha cambiado, también en su cabeza, y el lector es cómplice de sus temores, varados en una aparente confusión. ¿Qué pasó realmente en aquel vuelo? ¿Qué persigue el inquietante Damon? Una misteriosa trama que se sumerge en el laberinto de la mente, con giros argumentales en donde confluyen el amor y la amistad. 

Uno de los clientes del café-librería Morrison parece interesado en una camada de gatos muy especial, poseen una extraña malformación cutánea que aparenta dotar a Sutsu, la mamá, y a sus pequeños felinos de alas. Sin embargo, la aparente curiosidad pronto se convierte en obsesión, despertando la inquietud de la propietaria del local. Paris aparece vestida de otros colores, alejada de imágenes emblemáticas, con un estilo gráfico que entronca con la línea franco-belga e introduce al lector en una espiral de misterio que culmina en el Louvre

El protagonista del libro, el señor B., devora de forma compulsiva todos los libros que se ponen a su alcance. El álbum desarrolla una metáfora en torno al valor de la lectura y la escritura, con una historia circular que muestra el nexo indisoluble que las une: las sabias letras, que primero impregnaron la camisa –y acaso el espíritu– del protagonista, regresan como por arte de magia a los libros que aún están por leer. Las imágenes que consiguen singular expresividad con una particular composición de tonos en blanco, negro y ocre.

Jette es una niña que lleva una vida normal hasta que conoce a unos viejos libreros que comienzan a descubrirle todo lo que se esconde detrás de una buena historia. Apasionada por la literatura que los ancianos le descubren, pasa con ellos muchas horas, y algunos vecinos empiezan a malinterpretar esta relación. Historia donde, a través de la relación apasionada de la niña con los libros y sus mediadores, pone en entredicho la maledicencia y los prejuicios que rodean al mundo de los adultos.
Con un lenguaje directo, el autor hace un alegato en favor de la amistad por encima de las edades.