Auténtico clásico moderno de la literatura infantil anglosajona, el humor delirante y el ansia de travesura están detrás de la irrupción de un gato algo gamberrete en casa de unos atildados niños de la Norteamérica de mediados de siglo (el libro se publicó en 1957). Su autor, quien adoptó el pseudónimo de Dr. Seuss, revolucionó los encorsetados álbumes infantiles de la época al introducir y reivindicar lo lúdico como elemento constitutivo de la infancia, pues la tranquila y aburrida cotidianidad de estos hermanos algo apáticos, se verá alterada por un felino parlanchín, quien, acompañado de dos duendecillos traviesos, no puede parar quieto y se dedica a realizar piruetas extravagantes y desordenar la casa hasta dejarla 'patas arriba', para susto de los pequeños, que temen el enfado de su madre, pero acaban rindiéndose a la evidencia de que es mejor pasarlo bien que ser obediente. Con versificación y vocabulario sencillos, adaptados al nivel del pequeño lector, El gato Garabato es una inyección de vitalidad. Imposible aburrirse en semejante compañía.

Hilarante texto en que se cuenta, mediante versos, la rutina y los hábitos de una planta carnívora que disfruta intensamente de su cruel comportamiento. La figura del mal que Tita encarna es uno de los arquetipos de la literatura infantil: el antagonista que tiene algo de fascinante, acaso el placer con que se hace cargo de su destino. Por otra parte, las ilustraciones son de excelente nivel y están en limpia sintonía con la graciosa oscuridad de los versos. Juntos, ambos planos garantizan una experiencia de lectura satisfactoria.

El libro recoge los dos primeros títulos publicados de este personaje de Astrid Lindgren, la creadora de Pippi Calzaslargas. Basada en la infancia de su padre, la autora relata con gran expresividad las peripecias que Miguel vive en el campo. Una aproximación al ambiente rural sueco de principios del siglo XX, muy bien completado por sus cómicas ilustraciones. Con ingenioso humor, cuenta las travesuras de un niño de cinco años que se subleva contra los mayores desde una actitud de respeto y, sobre todo, de generosidad, valores ambos que aparecen resaltados en la obra.

Publicación ilustrada de las correrías de este casi legendario personaje, que vive en una pequeña ciudad a orillas del río Misisipi con su hermano Sid, su prima Mary y su tía Polly. Sus días son una aventura continua en la que su ingenio y picardía le ayudan a salirse casi siempre con la suya, tanto en las situaciones triviales en las que su familia y amigos son a menudo cómplices o víctimas de sus ocurrencias, como en otras en las que afronta lances arriesgados o se enfrenta a verdaderos delincuentes... El sentido del humor y los pasajes que destilan sentimientos y recuerdos de la infancia del autor impregnan esta obra intemporal y siempre recomendable.

Arrolladora y creativa, Clementina se gana la simpatía de los lectores por la gracia con que cuenta las divertidas peripecias en que desembocan sus ocurrencias. Las relaciones entre niños y adultos se ven reflejadas con mucho sentido del humor y de forma positiva, porque los escollos de la incomprensión se salvan gracias un sólido entorno afectivo. El texto, en forma de diario, se contagia del dinamismo de la protagonista, abandona a menudo la línea recta, incorpora dibujos y juega con las grafías.

Un bello álbum ilustrado sin palabras. Sólo cuenta con dos frases que se repiten, tanto al principio como al final, como una historia circular. A María José le gusta Jacinto. Y a Jacinto, María José le parece muy linda. Estos dos niños se gustan y viven en la selva. A Jacinto y a María José les gusta hacer cosas juntos y pasar el rato disfrutando el uno del otro. Pero la selva tiene muchos peligros, y uno debe andarse con cuidado. Las ilustraciones, de gran plasticidad, recuerdan a la estética del pintor Henri Rousseau. Libro ganador del XII concurso de álbum «A la Orilla del Viento».

Las pequeñas travesuras de un personaje torpe y próximo divierten con inusitada eficacia al niño que escucha con atención el cuento. A la comicidad propia del gag se une el sentimiento de identificación que experimenta con ese animal que sin quererlo destroza cuanto toca o que hace caso omiso a las convenciones de los mayores. También aparece la distancia que hay entre el mundo infantil y el de los mayores, el sentimiento de injusticia que se siente cuando nos regañan o la capacidad de resolver por cuenta propia los conflictos.

Sin la profundidad de Pippi, Guillermo, Celia o Tom, Pablo Diablo forma parte de la pandilla de trasgresores que protagonizan las páginas más divertidas y agudas de la literatura infantil. Próximo a la estética de los dibujos animados, este personaje nos hace disfrutar de sus malvadas ocurrencias, de la astucia e inteligencia que emplea a la hora de gastar una broma o desobedecer a un adulto. Quizás sea este contexto el que resalte su valor, necesidad y heroísmo. En todo caso, sus aventuras se imprimen en la memoria de sus seguidores.

Julieta es la segunda ratita de una familia de ratones. Su hermana mayor hace los deberes con papá; el hermano pequeño duerme en brazos de mamá. Y, mientras, ¿qué hace Julieta? Esperar y estarse quieta.
La historia de Julieta es ya un clásico de la literatura infantil que trata con fino humor el problema de los segundones. La ilustración apoya bien un texto rítmico formado por sencillos pareados.

El imaginativo escritor e ilustrador Chris Riddell, colaborador habitual del diario británico The Observer, ha realizado este libro, cuidadosamente editado, en el que relata las aventuras de Ottoline, una niña inquieta a la que le gusta «pisar charcos e idear planes brillantes», y su mascota, el Sr. Munroe, una suerte de monstruo simpático que la acompaña en todas sus «locuras». En este caso, Ottoline deberá descubrir qué está sucediendo con los perritos falderos de la ciudad, que desaparecen incomprensiblemente.

Las historias de Otto Terremoto son irreverentes. Otto no es un hijo modelo ni un alumno modelo. En realidad no es modelo de nada excepto de sí mismo. Por eso sus historias divierten mucho más a los hijos que a los padres, porque lo que sí hace Otto es divertirse y divertir con sus cosas. Seguro que encandila a los niños con sus travesuras, que nunca acaban mal. Un estilo sencillo y algunas gamberradas avalarán el éxito de esta nueva colección.

Este diario que no se llama diario está protagonizado por Greg, uno de los chicos menos populares del instituto. Aunque el y su amigo Rowley no paran de intentar destacar y lograr honores por alguna de sus hazañas, ninguna de las que planean juntos parece triunfar. Sin embargo, poco a poco, la asquerosa valentía de Rowley parece tener cierto éxito, hasta el punto de que al final de curso será nombrado por la revista del instituto el alumno más divertido del año. En esta novela el autor lleva al extremo, incluso ridiculizándolas, las eternas rivalidades adolescentes, que hacen que a menudo se traicione a los amigos en el ansia por ser el más popular del instituto.

La protagonista de este cuento es una niña inquieta que no para ni un momento. Sus padres, desesperados ante tantas travesuras, optan por reaccionar con tranquilidad a sus hazañas: antes de reñirla, cuentan hasta diez, para así no perder el control de sus reacciones.Es una historia interesante que hace al adulto reflexionar sobre la importancia de tener conductas apropiadas ante los niños, para intentar así proporcionarle modelos beneficiosos para el desarrollo de su personalidad.

Lobito escribe cartas a sus padres en las que les cuenta cómo se encuentra y todo lo que sucede a su alrededor. A Lobito no se le ha ocurrido nada más y nada menos que cambiar el viejo caserón del tío Feroz y convertirlo en un museo. Por otro lado, en sus cartas, no deja de quejarse de su compañero, el pesado Mordicio. Lobito toma la iniciativa y se convierte así en jefe de manada, al tiempo que corre muchas aventuras y es el protagonista, como de costumbre, de muchas travesuras. Este libro supone otra entrega más de las ya conocidísimas aventuras del personaje Lobito. Un libro orientado a aquellos que todavía les cuesta leer, o para aquellos que les guste pasar un rato distendido. Está lleno de llamadas de atención sobre la ortografía a través de las ocurrentes cartas que un joven lobo escribe a sus padres, a veces de forma torpe, contándoles todo tipo de travesuras. Un personaje divertido que acercará la lectura a través de lo cotidiano.

Eduardo era un niño terrible, todo el mundo estaba de acuerdo, hacía cosas muy malas y cada día iba a peor. Sin embargo, a veces basta un poco de estímulo (aunque sea involuntario) para que las cosas cambien a mejor.

Un álbum fresco e irreverente, de lectura muy divertida, que puede ser también el punto de partida de un diálogo entre padres e hijos sobre la convivencia, los hábitos y el buen comportamiento. La gracia del libro reside en que, mientras el texto cuenta una cosa, los dibujos, muy expresivos y caricaturescos hasta el extremo, muestran todo lo contrario, revelando así el auténtico comportamiento de la protagonista: una "niña terrible", empeñada en contravenir las normas. Una original vuelta de tuerca al clásico principio de «instruir deleitando».

Cuento de miedo, pero planteado desde el humor, sobre un niño muy malo, Totó, capaz de todas las gamberradas imaginables, y que ni siquiera se inmuta cuando su madre le amenaza con el ogro. Un argumento en el que se verán gozosamente reflejados los más "traviesos", pero que les sorprenderá con un inesperado golpe de efecto final. Un libro divertido e irreverente, con unas ilustraciones exageradas y caricaturescas, muy logradas, y un texto muy sencillo, que contiene, sin embargo, una clara advertencia para aquellos que infringen las normas.

Versión del popular cuento de la niña que entra en una casa desconocida, que resulta ser la de tres osos, y curiosea entre sus cosas. Un cuento muy apropiado para pequeños por la sencillez del argumento y por su estructura repetitiva, que le da cadencia de canción. Ambas cosas permiten a los niños instalarse cómodamente en la historia, jugar con situaciones cotidianas –sentarse, comer, dormir– y disfrutar especialmente con la aparición de los osos. La edición ofrece un texto muy medido, de la pedagoga Marta Mata, y excelentes ilustraciones de Arnal Ballester.

A través de atractivas ilustraciones, se presentan las aventuras de unas tijeras cansadas de cortar trajes y que deciden escapar de la satrería donde trabajan. Un viaje encadenado, repleto de travesuras y cargado de sorpresas. Los textos son breves y las ilustraciones presentan divertidas situaciones, con personajes muy expresivos. Los desaguisados de estas díscolas tijeras harán las delicias de los lectores y les provocarán una continua sonrisa.

El humor es la nota fundamental de la obra, compuesta de hechos cotidianos y actuales que por momentos rayan lo esperpéntico. Manolito, ocho años y nacido en Carabanchel Alto, un barrio de Madrid, nos ofrece su visión particular tanto de la vida familiar y escolar como de la sociedad que le rodea. Narrado en primera persona, el lenguaje conserva la frescura y la gracia del habla coloquial y está a caballo entre lo infantil y los dichos y muletillas de su entorno adulto.