Una protagonista, Tanya, y un deseo, bailar, son los ingredientes de esta historia ilustrada. Los dibujos son clásicos, llenos de movimiento y expresión. La ilustradora, de origen japonés, hace que cobre vida la historia que Patricia Le Gauch escribió especialmente para ella. Durante toda la narración se pone de relieve el conocimiento y la pasión por el mundo del ballet.
Una protagonista, Tanya, y un deseo, bailar, son los ingredientes de esta historia ilustrada. Los dibujos son clásicos, llenos de movimiento y expresión. La ilustradora, de origen japonés, hace que cobre vida la historia que Patricia Le Gauch escribió especialmente para ella. Durante toda la narración se pone de relieve el conocimiento y la pasión por el mundo del ballet.
Bravo, Tanya

A la pequeña Tanya le encantaba bailar. Bailaba con Bárbara, su osita bailarina, en cualquier momento, en cualquier lugar. A veces hacían un pas de deux en la pradera. O junto al río. A veces bailaban al son de una música que solo ellas oían.