El enebro y otros cuentos de Grimm I y II

Érase una vez un rey que tenía tres hijos. Dos de ellos eran listos y prudentes, pero el tercero hablaba poco, era muy inocente y no le daban otro nombre que “Bobalicón”. Cuando el rey se hizo viejo, y se debilitaron sus fuerzas, y pensó en su próximo fin, no supo cuál de sus hijos debería heredar el trono. Entonces les habló así:
-Salid a correr mundo y aquel de vosotros que me traiga la alfombra más fina será rey después de mi muerte.