Ya hemos visto divertirse a Serafina y a sus amigos en la escuela y en una fiesta de cumpleaños. Tras finalizar el curso, es momento de hacerlo también de vacaciones, y qué mejor sitio para una pandilla tan disfrutona que la playa, territorio siempre pródigo en aventuras y vivencias inolvidables. Aunque la llegada al destino no es, precisamente, idílica (el tráfico es intenso pues todos necesitan unos días de asueto lejos de su realidad cotidiana), una vez instalan sus tiendas de campaña, toallas y sombrillas, la mejor sonrisa se dibuja rápidamente en sus caras, incluso en la de personajes que, a priori, podrían infundir ciertos temores, como Giorgio. Estos días de verano ofrecen posibilidades infinitas y sugerentes, desde el simple juego en la arena hasta un paseo en barco (¡o en submarino!), una comida en la mejor compañía a orillas del mar o un merecido relax junto a un buen libro. El calor y el reposo hacen que, incluso, los residentes acuáticos más terroríficos colaboren en juegos grupales o se bañen sin complejos junto al resto de turistas. El estilo inconfundible de la galardonada autora Albertine, que no necesita palabras para capturar la atención del lector, impregna de carisma la colección, editada en un formato de grandes dimensiones, papel de buen gramaje y las precauciones habituales para garantizar la seguridad en la interacción por parte de los más pequeños de la casa.
Ya hemos visto divertirse a Serafina y a sus amigos en la escuela y en una fiesta de cumpleaños. Tras finalizar el curso, es momento de hacerlo también de vacaciones, y qué mejor sitio para una pandilla tan disfrutona que la playa, territorio siempre pródigo en aventuras y vivencias inolvidables. Aunque la llegada al destino no es, precisamente,... Seguir leyendo