La esfinge de los hielos
Sin duda, nadie dará crédito a este relato titulado
La esfinge de los hielos. No importa. Creo que es bueno que vea la luz. Cada cual le dará el crédito que le merezca.
Para el inicio de estas maravillosas y terribles aventuras, sería difícil imaginar un lugar más apropiado que las islas de la Desolación –nombre que les dio el capitán Cook en 1779–. Pues bien, después de lo que allí he visto durante una estancia de varias semanas, puedo afirmar que merecen la lamentable denominación que les dio el famoso navegante inglés. Islas de la Desolación, eso lo dice todo. Sé que, en las nomenclaturas geográficas, se mantiene el nombre de Kerguelen, generalmente adoptado para aquel grupo de islas situado a 49º 54´ de latitud sur y 69º 60´ de longitud este...