Metralla

Tel Aviv. Enero de 2002. Las 9 de la mañana.
–¿Qué hay, qué os ha dicho el médico?
–No ha encontrado nada. Me ha vuelto loca toda la noche para nada.
–¿Cómo te sientes, tío Arie?
–¿Por qué me preguntas a mí?. Pregúntale al médico. El lo sabe mejor que yo.
–El motor me vuelve a causar problemas. Bien, me largo.
–Kobi, hazme un favor...
–No.
–Sólo hasta el mediodía.