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En 2020 se cumplen 100 años del nacimiento de cuatro grandes autores que, en sus respectivos géneros y estilos, han conquistado a varias generaciones de lectores y legado obras inolvidables: Mario Benedetti, Ray Bradbury, Frank Herbert e Isaac Asimov
MARIO BENEDETTI
Hace 11 años nos dejaba, en su casa de Montevideo, el escritor y poeta uruguayo, nacido en Paso de los Toros (Tacuarembó) el 14 de septiembre de 1920. El autor inició sus estudios primarios cuando se trasladó a la capital, en el Colegio Alemán, y los secundarios en el Liceo Miranda, aunque no llegó a terminar como consecuencia de las dificultades económicas que pasaba la familia. Desde los catorce años trabajó en la empresa Will L. Smith, S.A. de repuestos para automóviles, en la que hizo prácticamente de todo: fue vendedor, cajero, taquígrafo, contable; hasta que en 1939 se trasladó a Buenos Aires, donde hizo también un poco de todo, pero especialmente -según el especialista Baldomero Fernández Moreno- descubrir su vocación de poeta. Volvió a Montevideo en 1941, donde consiguió una plaza de funcionario en la Contaduría General de la Nación y donde (desde 1945 hasta 1974, con la clausura de la publicación), se integró en la redacción del semanario Marcha, un importante foro de reflexión y análisis en el que se implicaron intelectuales como Juan Carlos Onnetti o Eduardo Galeano a lo largo de los años (Benedetti fue director de la sección literaria en 1954)
En 1945, publica su primer libro de poemas, La víspera indeleble, y un año después contrae matrimonio con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida, a la que conocía desde que eran niños. Juntos recorrieron Europa en los meses posteriores. En 1948 dirige la revista literaria Marginalia y aparece su primera obra ensayística, Peripecia y novela (1948), y doce meses después su libro de cuentos Esta mañana (1949), con el que obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública. Por esas mismas fechas participa en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos, su primera acción como militante, y publica el poemario Sólo mientras tanto (1950), editado por Número, revista literaria de la que fue miembro del consejo de redacción.
En 1953 aparece Quién de nosotros, su primera novela, con críticas positivas pero desapercibida para el público. Con los Cuentos Montevideanos (1959) y La tregua (1960) comienza su proyección internacional (esta novela tuvo más de un centenar de ediciones, fue traducida a diecinueve idiomas y llevada al cine, el teatro, la radio y la televisión). El éxito también llegó en el campo de la poesía con Poemas de la oficina (1956).
A comienzos de los 60 vivió cinco meses en Estados Unidos (país del que criticó el materialismo, racismo y la desigualdad que vió en su sociedad); además se adscribió al grupo de intelectuales afines a la Revolución Cubana, ambas cosas influyeron en su primer texto explícitamente comprometido, El país de la cola de paja (1960).
Es el principio de una etapa de alta participación política e intensa actividad intelectual (crítico y codirector del diario La mañana, humorista en la revista Peloduro, colaborador en La Tribuna Popular, miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas de La Habana -ciudad en la que funda y dirige el Centro de Investigaciones Literarias hasta 1971). En estos años publica Gracias por el fuego, El cumpleaños de Juan Ángel, Letras de emergencia, La casa y el ladrillo, Cotidianas) Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973 renuncia a su cargo en la universidad y, por sus posiciones políticas, debe abandonar Uruguay, partiendo a un largo exilio de casi doce años que lo llevó a residir en Argentina, Perú, Cuba y España, y que dio lugar también a ese proceso bautizado por él como desexilio: una experiencia con huellas tan profundas en lo vital como en lo literario.
Tras esos largos años en los que vivió y escribió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando de las madres de ambos, Benedetti regresa a su país en marzo de 1983, se integra como Miembro del Consejo Editor en la nueva revista Brecha, y sigue escribiendo: Recuerdos olvidados, Viento del exilio, Primavera con una esquina rota, Las soledades de Babel, Preguntas al azar, El mundo que respiro, Insomnios y duermevelas, El porvenir de mi pasado, Existir todavía, Adioses y bienvenidas, Testigo de uno mismo, Geografías, La borra del café, Andamios, Perplejidades de fin de siglo...) Son décadas en las que disfruta de reconocimiento internacional e innumerables premios y galardones.
Benedetti repartirá su tiempo entre sus residencias de Uruguay y España hasta que tras el fallecimiento de su esposa en 2006 se traslade definitivamente a su residencia en el barrio Centro de Montevideo.Con motivo de su traslado donó parte de su biblioteca personal en Madrid al Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Alicante que lleva su nombre. Falleció el 17 de mayo de 2009 y el gobierno uruguayo decretó duelo nacional.
Obras de Mario Benedetti en Canal Lector (especialmente recomendadas para niños y jóvenes)
Ilustración de Antonio Seguí para "Historias de París" (Libros del Zorro Rojo)
FRANK HERBERT
Otro de los autores de los que en 2020 se cumplen 100 años del nacimiento es este norteamericano (Tacoma, 8 de octubre de 1920 - Madison, 11 de febrero de 1986); que además estará de actualidad por la nueva versión cinematográfica, a punto de estrenarse, de su gran éxito Dune, en esta ocasión a cargo del gran director canadiense Denis Villeneuve.
Conocido principalmente por sus obras de ciencia ficción integradas en Las crónicas de Dune, estudió en la Universidad de Washington y pasó por varias profesiones, desde fotógrafo a cámara de televisión o pescador de ostras, hasta comenzar a publicar en los años 50. Para sobrevivir también vendió artículos y relatos a revistas, actividad que propició que en 1952 publicara su primer relato de ciencia ficción: ¿Está usted buscando algo?
En 1956 edita su primera novela, El dragón en el mar, conocida más tarde como Bajo presión. Pero no sería hasta 1965 cuando finalmente alcanzó éxito con la famosa serie Dune, donde presentaba un mundo imaginario con su propia política, ecología y estructura social. La primera obra de la saga obtuvo los premios Nébula y Hugo, además del Premio Internacional de Fantasía, que compartió con El señor de las moscas de William Golding.
Gran parte de su obra refleja su interés por la ecología y la psicología. En sus últimos veinte años y junto con su familia residieron en una granja biológica, primero cerca de Washington y más tarde en Hawái, de forma autosuficiente y en pleno contacto con la naturaleza.
Obras de Frank Herbert en Canal Lector
RAY BRADBURY
Nació en Waukegan, Illinois (EEUU) el 22 de agosto de 1920. Su tía Neva, que en el pueblo era conocida como “la loca de las calabazas”, fue quien leyó a Ray los cuentos de Edgar Allan Poe cuando era niño. Con ella vivió uno de los dos días más importantes de su vida: el estreno de la película Fantasía, de Disney (el otro fue el día de la llegada del hombre a la luna).
Comenzó a escribir historias cuando era niño y su educación formal terminó con la escuela secundaria. Después tuvo que trabajar, pero se pasaba las noches en las bibliotecas leyendo y escribiendo. Su primera publicación fue El Dilema de Hollerbochen, (en la revista amateur Imagination!, en 1938) Al hilo de este relato, un año más tarde vieron la luz cuatro números de Futuria Fantasia, su propia revista amateur, en la que escribía todos los textos.
En 1942 lanzó The Lake, una historia en la que va dando forma a su particular estilo, pero alcanzó la fama como escritor de ciencia ficción con The Martian Chronicles (Crónicas Marcianas), en 1950, en la que se reflejaban algunas de las ansiedades que vivía la sociedad norteamericana en la incipiente era atómica de los años 50: el miedo a una guerra nuclear, el deseo de una vida más simple, los conflictos raciales, la censura, y el miedo a poderes políticos extranjeros.
En 1953 confirmó esta tendencia con la publicación de otra obra fundamental: Fahrenheit 451. Una de las obras llevadas al cine por prestigiosos directores (en este caso fue François Truffaut, pero también ocurrió con The Picasso Summer y El hombre ilustrado) Bradbury siempre mostró interés por el medio audiovisual y escribió el guion para películas como Moby Dick (de John Huston, 1956): seriales de radio y programas de televisión como Alfred Hitchcock presenta..., Cuentos del Futuro y La Dimensión Desconocida.
Obras de Ray Bradbury en Canal Lector
ISAAC ASIMOV
A esta particular celebración centenaria se une el que está considerado uno de los más grandes autores de ciencia ficción. Nacido en Petróvichi, una población rural de la antigua Unión Soviética, cerca de la frontera con Bielorrusia (no hay datos concretos, se estima que entre el 4 de octubre de 1919 y el 2 de enero de 1920, fecha que el propio Asimov adoptó como oficial); fue hijo de una familia de molineros judios. Tras superar una neumonía que afectó a otros dieciséis niños, de los cuales no sobrevivió ninguno, Isaac emigró junto a sus padres a Estados Unidos, estableciéndose en Brooklyn (NY); Allí su padre abrió varias tiendas en las que vendía caramelos, periódicos y revistas pulp, especializadas en historias de ficción que influirían decisivamente en la posterior obra de Asimov.
Tras ser rechazado en la facultad de Medicina, cursó un posgrado de Química, -en su breve paso por el ejército ejerció como químico naval-; empezó a ganar más dinero como escritor gracias a sus relatos cortos durante la década de los 40. En 1950 editó su primera novela de ciencia ficción: Un guijarro en el cielo, libro después incluido en la serie Trilogía del Imperio Galáctico junto a En la arena estelar (1951) y Las corrientes del espacio (1952).
Su extensa obra literaria alcanza su punto álgido con dos antologías muy influyentes para varias generaciones de lectores y escritores: Yo Robot y Fundación. La primera incluye nueve relatos cortos publicados en la década anterior de la que en1982 se publicaría una antología definitiva (Los Robots). En ella se incluían Bóvedas de acero (1954), El sol desnudo (1957), Los robots del amanecer (1983) y Robots e Imperio (1985). En ellas esbozó sus famosas leyes de la robótica:
1. Un robot no puede dañar a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sea dañado.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por un ser humano, excepto cuando tales órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
La segunda antología, Fundación, está compuesta por Fundación (1951), Fundación e Imperio (1952) y Segunda Fundación (1953). En los 80-90, Asimov incluyó dentro del ciclo cuatro títulos más: Los límites de la Fundación (1982), Fundación y Tierra (1986), Preludio a la Fundación (1988) y Hacía la Fundación (1993).
Como curiosidad, señalar que en un artículo publicado en 1964, Asimov predijo cómo sería el mundo en 2014 acertando en muchas de sus ideas (videollamadas, robots de cocina, máquinas de café, los problemas de superpoblación, la igualdad entre hombres y mujeres...). Aunque es recordado por sus obras de ciencia ficción, también es destacable su faceta como divulgador sobre temas matemáticos, astronomicos, históricos y químicos.
Las circunstancias que rodearon la muerte de Isaac Asimov también son dignas de una novela. El 7 de abril de 1992, The New York Times publicó la necrológica. Diez años más tarde se supo cuales habían sido los motivos reales de su muerte. A consecuencia de una transfusión de sangre recibida en una operación en 1983, Isaac Asiov contrajo el virus VIH. Cuando fue descubierta la fatal infección, sus médicos insistieron en no hacer pública la información debido al prejuicio que se tenía entonces contra los infectados por esa terrible enfermedad.
Obras de Isaac Asimov en Canal Lector
[Biografías elaboradas a partir de los datos suministrados por la Biblioteca Virtual Cervantes; la comunidad Fandom de Dune: editorial SM y la revista National Geographic]
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