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Con motivo del regreso a las aulas de los estudiantes norteamericanos, la Asociación Estadounidense de Bibliotecarios Escolares, AASL, ha realizado en agosto una encuesta a más de 1.000 profesionales (83% de los cuales desempeñaban su labor en la biblioteca escolar) cuyos resultados acaban de publicarse.
Los bibliotecarios escolares que representan a los 50 estados comparten sus preocupaciones sobre el papel que ejercen dentro de las escuelas, el proceso de aprendizaje de los estudiantes en plena pandemia mundial, la reestructuración que la crisis sanitaria provoca en los presupuestos y las posibles vías de adaptación a la "nueva realidad".
Los equipos de BE estadounidenses son referentes y mantienen su compromiso con la educación y la promoción de la lectura reforzando su labor a través de los medios digitales, obligados por la situación actual (la mayoría de los estudiantes de este país tienen clases virtuales al menos una parte de la semana)
Entre los datos más destacables de este estudio, disponible al completo aquí; podemos destacar:
- El 24% de los bibliotecarios señalan que sus bibliotecas escolares no estarían abiertas o no se usarían durante el otoño frente a un 12% que cree que su biblioteca estará completamente abierta y operativa.
- Habrá nuevos usos del espacio, teniendo en cuenta la necesidad de desdoblar aulas o hacer grupos más reducidos. Según los datos, una de cada seis ya se está convirtiendo en espacio extra para dar clase. A la vez se han incrementado las prohibiciones de uso de estos lugares tan necesarios por la imposibilidad de garantizar las distancias de seguridad (cuando las medidas del centro son reducidas)
- La mayoría de los centros siguen manteniendo el préstamo de libros, con la desinfección adecuada, pero se advierte un incremento del préstamo de libros electrónicos y de uso de materiales y recursos online muy superior al de la época pre-Covid.
- Los bibliotecarios encuestados abogan por un nuevo modelo de biblioteca móvil y virtual que apoye a los docentes en su tarea diaria (que también tendrá ahora una vertiente online gran parte de la semana)
- Hay una reducción en el presupuesto. Buena parte responden que entienden que una cantidad del mismo ahora se destina, por ejemplo, a EPI´s (equipos de protección individual como mascarillas, guantes, gel hidroalcóholico...). Sin embargo aún se mantiene una importante partida orientada a la adquisición de libros en formato físico. De forma específica señalan que en torno al 30% del mismo irá destinado a ebooks.
- Al preguntar a los bibliotecarios acerca de sus principales preocupaciones sobre los estudiantes señalaron que uno de los aspectos más importante es el posible impacto que los cierres prolongados, por casos positivos, tendrán en ellos (falta de socialización y no cumplimiento de objetivos prioritarios del curso).
- También manifestaron preocupación por su seguridad personal. En una escala de 0 a 100 la media es de 77.
- Otra de sus dudas es la de saber si los grupos de estudiantes al completo tendrán la suficiente autonomía y habilidades digitales para seguir con la misma fidelidad los contenidos online que los presenciales. Creen que se pueden producir también, en este sentido, grandes desigualdades. Algunos encuestados dijeron que planean satisfacer las necesidades de los estudiantes con videos tutoriales sobre temas de investigación y alfabetización digital.
Estimamos que las reflexiones de los profesionales del otro lado del océano pueden ayudar a identificar los retos y problemas a los que se enfrentan los docentes y bibliotecarios que desempeñan labores habitualemente en las bibliotecas escolares de toda la geografía.
AASL es la única organización nacional de miembros profesionales centrada en la comunidad de bibliotecas escolares y los profesionales que la integran. Tiene más de 7,000 miembros y sirve a bibliotecarios escolares en los Estados Unidos, Canadá y en todo el mundo. Se convirtió en una división de ALA el 1 de enero de 1951.
Fuente: AASL
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