La comunidad educativa de todo el planeta, tanto profesores como alumnos, se enfrenta en 2020 a un desafío tan dramático como inesperado con el conocimiento de algunos datos preocupantes, esbozados en un artículo recientemente publicado por la revista The Conversation a través de un artículo de Margaret Kristin Merga, profesora en la Universidad Edith Cowan, en Australia.

Según diversos estudios, uno de cada cinco jóvenes puede experimentar problemas de salud mental a lo largo de los próximos meses, consecuencia del estrés que provoca la situación, por la presión económica a la que se ve sometida su familia como consecuencia de la crisis económica que está provocando la pandemia, etc...

En este sentido tanto los docentes como las bibliotecas escolares pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a la lectura de los jóvenes y en un mayor rendimiento académico, además de generar otros beneficios que incrementan su bienestar, explicados en varias líneas de acción primordiales para los editores de esta prestigiosa revista que tiene entre sus objetivos prioritarios "contribuir a un mejor conocimiento de los grandes asuntos contemporáneos y de las cuestiones complejas."

Biblioteca escolar: espacio seguro

Si las escuelas e institutos logran asentar un espacio basado en el positivismo, seguro y que ofrezca apoyos a los niños y jóvenes para satisfacer sus necesidades académicas, emocionales y sociales, las bibliotecas escolares pueden convertirse en espacios seguros en entornos que, a veces, para los alumnos son algo "desafiantes". En algunas escuelas, de hecho, la biblioteca es el único espacio creado intencionadamente como refugio para los jóvenes.

Una biblioteca escolar con usos diversos y siempre escuchando las demandas de los niños y adolescentes garantiza la consecución de ese objetivo.

Que proporcione recursos para el bienestar

Cuando los estudiantes experimentan problemas de salud y de otra índole, las bibliotecas pueden tener recursos valiosos para ayudarlos a comprender por lo que están pasando y dónde obtener ayuda. Las bibliotecas escolares también pueden, potencialmente, proporcionar valiosos recursos de salud a la comunidad educativa general .

Los maestros que se hacen cargo de la BE, seleccionan los recursos, eliminando los irrelevantes, para garantizar que los estudiantes obtengan información actualizada y de calidad. El personal también puede trabajar con psicólogos escolares para garantizar que la comunidad escolar cuente con los recursos necesarios para satisfacer las demandas.

Ayudan a desarrollar habilidades digitales de alfabetización en salud

La Organización Mundial de la Salud ha enfatizado la importancia de la alfabetización en salud y su potencial para apoyar mejores resultados de salud individuales y comunitarios.
Los jóvenes necesitan estas habilidades para evitar conceptos erróneos potencialmente peligrosos, como los que han circulado durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19 .

En un estudio de 2017 realizado en Australia, varios investigadores trabajaron con bibliotecarios escolares para mejorar las habilidades de alfabetización en salud digital de los jóvenes. El proyecto mostró que los jóvenes tenían buenas habilidades de alfabetización digital cuando se trataba de buscar información general, pero tenían poco conocimiento a la hora de evaluar la credibilidad de los sitios web y la información de salud.

Apoyan la lectura por placer

Leer por placer está asociado con el bienestar mental y, en este sentido, las bibliotecas escolares facilitan la lectura lúdica al proporcionar espacios cómodos, así como acceso a textos de todo tipo, una especie de "isla" en medio del centro escolar. Las visitas a la biblioteca, cuando se planifican de forma eficiente, pueden incentivar a los jóvenes a leer más y a tener actitudes positivas hacia la lectura.

Sin embargo, un currículo excesivo que proporcione pocos momentos de ocio para acudir libremente a la biblioteca, puede llevar a que la lectura por placer sea infravalorada en las escuelas.

Fomentar la curación a través de la lectura.

Los maestros bibliotecarios también pueden ayudar a los estudiantes a interactuar con la literatura de manera curativa (lo que conocemos como biblioterapia) Los estudiantes pueden lidiar con problemas que desafían su bienestar desde una distancia segura cuando son experimentados por personajes de libros. Y en este sentido, los profesores encargados de la BE pueden seleccionar literatura específica para ayudar a los estudiantes que enfrentan desafíos particulares.

Muchas veces este tipo de bibliotecas y el personal que trabaja en ellas no se valoran en su justa medida, se da por sentado algunos recursos o son las primeras secciones que sufren los recortes en cada nuevo curso escolar. Sin embargo su valor es fundamental e indudable en todos los sistemas educativos del mundo.
Cuando las bibliotecas escolares no tienen el personal y los materiales que necesitan, esto puede limitar su capacidad para apoyar el bienestar de los estudiantes. Necesitamos comprender mejor cómo las bibliotecas y el personal de nuestra escuela contribuyen al crecimiento personal positivo de los alumnos para que podamos aprovechar al máximo este valioso recurso.

[Artículo publicado originalmente en The Conversation. Foto: Joe Ciciarelli CCO]