El trabajo en red de los profesionales de la lectura le parece a Dolores Prades, editora y coordinadora de la revista Emìlia, una de las posibilidades más interesantes de democratizar el conocimiento y las prácticas en torno a los libros y la lectura "de una forma que hasta ahora no hemos tenido"

Dolores Prades, durante en una entrevista para Canal Lector después de una visita a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, opinó que a su entender todo lo que sea aprovechar los instrumentos digitales que permiten acaban con las fronteras y facilitan el acceso "es la posibilidad más efectiva de construir redes o sea diálogos" que lleven a intercambiar, profundizar "y a mejorar muchísimas de las cosas que están siendo hechas".

La especialista en literatura infantil y juvenil señala que la revista Emìlia tiene una sección dedicada a la transmisión de experiencias ejemplares, "extremadamente importantes, interesantes, y que no se conocen".

El equipo de la revista Emìlia entiende que en el campo del libro y la lectura "no hay un modelo a seguir". Prades asegura que los profesionales pueden tener ejemplos, "pero un ejemplo no es un modelo –advierte–. No hay fórmulas. Yo creo que hace unos años se trabajaba mucho con fórmulas"

En ese sentido señala que como" los lectores no son todos iguales, a los lectores no les gustan los mismos libros, no tienen las mismas sensibilidades" se propusieron fomentar el intercambio de experiencias, de prácticas.

Prades defiende el intercambio de experiencias porque cree que una práctica puede ser inspiradora aunque provenga de realidades completamente distintas "a lo mejor de una biblioteca en el interior de Bahía, en Brasil, y tú estás en un colegio del sur de Brasil". Prades añade que "quizá alguna cosa que alguien hizo allí te inspira para que tú te muevas en una dirección diferente de lo que has hecho". Por eso subraya que la posibilidad de tener esas experiencias on line o en las revistas o los foros que existen, le parece "de lo más importante porque creo que es una forma de acceder y de democratizar el conocimiento, las prácticas, de una forma que hasta ahora no las hemos tenido".

La editora afirma que todo lo que sea aprovechar esos instrumentos digitales que acaban con las fronteras, y facilitan el acceso, "es la posibilidad más efectiva de construir redes o sea diálogos que realmente te lleven a intercambiar y a profundizar y a mejorar muchísimas de las cosas que están siendo hechas. Yo creo –dice– que es lo mejor que se puede promocionar".