Xan López Domínguez (Lugo, 1957), ilustrador de más de tres centenares de libros infantiles y juveniles publicados en los sellos más destacados del panorama editorial español; participante en numerosas campañas de fomento de la lectura durante varias décadas;  premiado en la feria de Bolonia y en la bienal de Bratislava; candidato a los premios Astrid Lindgren y Hans Christian Andersen, se considera un creador libre, máxime en los títulos en los que él mismo pone la letra y la imagen. “Ser ilustrador y autor del texto me da sobre todo libertad: la posibilidad de escoger cómo tienen que ser los personajes, adaptarlos a medida que los voy escribiendo, y saber que los voy a desarrollar a partir de unas formas que voy creando con la imaginación”, afirma en el vídeo de esta página de Canal Lector.

“Normalmente suelo tener previsto cómo van a quedar las ilustraciones, cómo van a ser los personajes, cómo se van a desarrollar las historias a nivel gráfico”, dice López Domínguez. “Sin embargo, en los últimos tiempos me estoy llevando sorpresas. Lo último que estoy haciendo es comportarme como un autor frío y distante, y al acabar un libro, encargárselo a un ilustrador y trabajar como cuando lo hacía hace diez o doce años. Tengo plazos como ilustrador, me cabreo con el escritor,  y digamos que mi esquizofrenia está siendo muy divertida”.

“La pequeña jirafa es aún muy bajita, y apenas alcanza a ver por encima de la hierba. Su mamá, que es muy alta, le cuenta cómo son los animales de la sabana que no puede ver, y ella se imagina como quiere los grandes búfalos como nubes negras con cuernos, los elefantes grandes como montañas, los cocodrilos que son como troncos… Y cuando se esfuerza por estirar el cuello y ver cómo es de verdad, su madre le dice que tenga paciencia; necesita disfrutar de los maravillosos sueños de su hija, que le hacen recordar su propia infancia”. Ésta es la sinopsis del último libro de Xan López Domínguez, Los sueños de la jirafa (Edelvives), que el autor elige como uno de sus favoritos, porque entre todos sus títulos prefiere quedarse con los más próximos en el tiempo.

Así, entre sus libros recientes (publicados también en Edelvives), están La noche del Marramiáu, premio de Ilustración CCEI (“Mixi es un joven gato dispuesto a vivir plenamente su primera Noche del Marramiáu en Husmea; sin embargo, las cosas se complicarán cuando enfade a una perversa bruja. Como venganza, la bruja lo transformará en un diminuto ratón”), y La gallina Churra (que “ha cometido un gran error: confundir al hijo de la culebra con una lombriz, ¡y darle un picotazo! A su amigo Ratorratón se le ocurrirán los más ingeniosos y absurdos disfraces para esconder a la pobre Churra de la enfadada culebra”).

Todos ellos reflejan el estilo contundente de Xan López. “En realidad, soy un clásico de mí mismo, no hay vuelta de hoja”, asegura en Canal Lector, donde explica que su formación como historiador del Arte le obligó a educarse por su cuenta como ilustrador, y explica la libertad añadida que le ha proporcionado el soporte digital, en el que trabaja desde hace más de una década. “Lo digital me permite ser feliz. Yo necesito experimentarlo todo, y era un sufrimiento experimentar las técnicas, las soluciones... Ahora puedo hacer lo que quiera, puedo desarrollarlo como quiera, tengo la sensación de que domino la escena”, afirma el artista, quien compara su trabajo con el de un director cinematográfico. “Creo una imagen en mi cabeza y  sé que más o menos va a salir aquello que yo tenía en mente”.

Xan López Domínguez participó a finales de 2012 en Casa del Lector en una mesa redonda sobre El libro digital ilustrado: pasos hacia nuevos paradigmas, con Sergio Alfonso González Animatomic, Kike de la Rubia, André Letria y Lluís M. Abián, que puede verse en la web del Observatorio de la Ilustración Gráfica, que organizó el encuentro junto con la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales.

Entre otros libros publicados o reeditados recientemente,  Xan López Domínguez es también autor de Mis historias perdidas (Libros del Zorro Rojo): “A veces dejo que salgan a volar mis historias perdidas, historias que nunca escribí y que duermen en mi memoria. Como la del marciano con cara de sapo, la raya que escapó de la pizarra o la niebla invernal, la densa niebla invernal donde se oculta una bestia insaciable”; El mago Gago está enamorado (Edebé): “El mago Gago es poderoso, poderosísimo. Pero todo su poder no sirve para ganarse el amor de la bruja Merenda”;  y de las ilustraciones de ¡Viva el teatro! (Everest), de José Luis Alonso de Santos, y de Barrio de Medellín (Edelvives), de Alfredo Gómez Cerdá.

Su relato Voces en la laguna (La Galera) fue seleccionado entre las cien obras de la literatura infantil española del siglo XX en el VI Simposio sobre literatura Infantil y lectura, organizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y celebrado en el año 2000.

Blog, biografía y obra de Xan López Domínguez

Libros en Canal Lector

Los sueños de la jirafa, La noche del Marramiáu y La gallina Churra. Edelvives

Mis historias perdidas. Libros del Zorro Rojo

Mesa redonda sobre El libro digital ilustrado: pasos hacia nuevos paradigmas