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Comprensión lectora: Desarrollo de habilidades interdisciplinares (Tercera parte)

c. 7. Resumir

Una forma excelente para resumir un texto de cualquier área son los esquemas, los diagramas y los mapas conceptuales.
En este caso concreto, solicitamos la elaboración de un mapa conceptual del texto de Bilbeny.
Como ayuda, se te ofrece el siguiente, realizado por un alumno de tu misma edad.

c. 8. Inventar

Definitivamente hemos comprendido que el ruido es un serio problema para la salud. Así que decidimos inventar unos aparatos que lo contrarresten o lo mitiguen, o lo hagan desaparecer para siempre de nuestras vidas.
El sistema para inventarlos es muy sencillo.
Primero, enumera objetos de todo tipo ya inventados (gafas, móvil, coche, pinzas, lámpara, goma, lapicero, zapato).
Segundo, toma de cada uno de ellos la sílaba que más te guste y forma nuevas palabras. Estas serán los nombres de los nuevos inventos.
Tercero, sigue este esquema para su presentación por escrito.

  • Nombre del invento:
  • Descripción: forma, tamaño, materiales que lo forman.
  • Funcionamiento:
  • Utilidad:
  • Posibles aplicaciones:
  • Frase publicitaria: eslogan para venderlo (al libre arbitrio de cada cual).

Alipamosca radiomotorizada
Funciona insertando en un insecto –las moscas comunes son candidatos ideales– un conversor de ondas de sonido. Este mecanismo garantiza que, cuando el sonido sea ya de un volumen alto –aproximadamente 60 dB– y por allí haya un insecto de estos, el ruido quedará recogido en su sistema. Cuando éste se complete al máximo –puede almacenar hasta 2000dB–, lo descargará en las casas de los infractores a la hora de la siesta, a las tres de la madrugada, cuando más les chinche. De esta forma se conseguirá que estos delincuentes paguen por la contaminación acústica que provocan.


c. 9. Escritores

Existen muchos modos de contar unos conocimientos y de expresar una opinión. Dependerá de la situación, intención, finalidad y área de conocimiento en el que se inscriba el texto.
Veamos algunas posibilidades que puedes realizar partiendo del artículo.

Transformar el contenido del artículo de Bilbeny.
Con una condición importante: introduciendo en él algunos de los términos y conceptos relacionados con el ruido. Por ejemplo: frecuencia, vibraciones, decibelios, sonómetro.
El ejemplo siguiente te servirá de guía. Partimos de una noticia, tomada de un periódico, que bien podría figurar en la enumeración de «sucesos ruidosos» y que dice así:

Los ronquidos de una anciana violan la ley medio ambiental. Londres. Efe. Una anciana británica de ochenta y siete años, Florence Phillips, considerada molesta por sus vecinos por roncar fuertemente todas las noches, violó la ley de Control del Medio Ambiente, según el dictamen de un Tribunal de la ciudad inglesa de Leeds. El juez, sin embargo, rechazó la solicitud de indemnización de sus vecinos, que habían colocado materiales aislantes. Los vecinos de Philips estaban furiosos porque los ruidos de la anciana los despertaban todas las noches.

Un resultado, obtenido, gracias a la habilidad de un chico y chica de 1º de Bachiller, fue el siguiente:
 

Florence Phillips se ha convertido, de la noche a la mañana, en el ser más repugnante y odiado de la barriada de Flower´s Street. Tanto que ha sido denunciada ante la policía local. La razón de todo ello: el volumen de sus ronquidos.
Hasta la fecha nadie había medido el compás de amplitud, ni la materia y volumen, frecuencia y vibraciones de sus ronquidos. Y es que no se dispone aún de un sonómetro que lo consiga. Pero alguno de sus vecinos, más listo que nadie, ha dicho que los decibelios de la pacífica roncadora llegaban por lo menos a 95dB. Y que más de un vecino ha visitado al médico otorrino aquejado de un dolor horrible en las células de Corti. ¡Pobre Florence!
Esperemos a ver qué decide la justicia. Seguro que si el juez es un roncador nato sentenciará favorablemente hacia Florence.
Nosotros, mientras tanto, esperaremos los resultados sin roncar.

El artículo de opinión de Bilbeny reducido a sus aspectos más externos, de noticia, quedó así:

Un catedrático de ética de la Universidad de Barcelona, después de recorrerse media Cataluña, visitar monasterios y esconderse bajo tierra, ha llegado a la conclusión de que en este país no existen lugares para protegerse de la contaminación acústica. No se explica que las autoridades no multen a quienes van por la calle metiendo un ruido terrible, porque, además de ser malos ciudadanos, son, también, pésimos patriotas. Este señor catedrático, no sólo añora los pozos de nieve antiguos, donde al parecer existía un silencio infinito, sino que está empeñado en solicitar a las autoridades la construcción de refugios antirruido, a semejanza de los refugios antinucleares que tienen algunos ricos. Hay quienes han calificado a este señor de estar un poco «zumbado» y no se explican cómo un tipo así ha podido llegar a ser catedrático de ética de una universidad.


Artículo convertido en poema

El artículo de opinión puede organizarse en el folio como si fuese un poema. A continuación, vendría una purga o poda de distintos elementos, quedándonos con lo que podría ser considerado como esencial, transmitido por sustantivos y verbos.

Veámoslo con el primer párrafo:
Primero paso: Versificar la prosa.
 

Ya es imposible
encontrar un lugar
sin ruidos.
En la ciudad, cuando no es el rugido
de las motocicletas
es el volumen del televisor del vecino.
Uno va al campo y es más de lo mismo:
los motociclistas son aún peores.
Y en el hotel siempre se oye a medianoche
el televisor de la habitación de al lado.
He querido comprobarlo este verano.
No me he podido librar del ruido.
Toda España es ruidosa.
Ya no se puede huir del mundanal ruido,
aunque muchas ciudades del extranjero
nos dan una lección en este sentido.

Segundo paso: Reducir a lo esencial.

Imposible el encuentro
con lugares silenciosos.
La ciudad es un monstruo
ruidoso llamado motocicleta...
Idéntica bestia es el campo
que se transforma en televisor
cuando llega la noche.
España se muere.
Todos nos morimos
sin remedio
por la peste del ruido.

Pero, también, el poema puede adquirir otros contenidos, aunque derivados del mismo texto. He aquí otro ejemplo:

Obsesionado por el ruido
huyó de la ciudad.
huyó del campo.
Huyó de sus semejantes.
Se quedó solo.
Un día lo encontraron escondido
en un pozo de veinte metros.
Con los ojos abiertos
y un silencio a su alrededor
que parecía reírse sin piedad.
No dijo nada.
Estaba muerto de silencio.
 

Escribir un relato corto

Intenta desarrollar este embrión narrativo en forma de relato corto: «Toda la vida se la había pasado coleccionando ruidos... hasta que descubrió que en su colección sólo faltaba un ruido…» Por supuesto que el vocabulario de este relato incluirá términos tomados de las ciencias relativos al ruido y al oído.
 

Elaborar un Dialogo entre el Ruido y el Silencio

O, si lo prefieres, una Disputa Medieval como aquellas que mantenían entre sí el Vino y el Agua, el Invierno y el Verano, el Caballero y el Monje, el Día y la Noche…

Cabe, por supuesto, un debate, diálogo o disputa entre dos formas de mirar la realidad, desde la Ciencia y desde la Ética. Y que podría tomar la siguiente formulación: Disputa entre la Ciencia y la Ética a propósito de la contaminación acústica actual.

Operaciones matemáticas

En este cometido, puede ayudarnos el filósofo Schopenhauer cuando estableció la siguiente ecuación: «La cantidad de ruido que uno puede aguantar sin que le moleste está en proporción inversa a su capacidad mental, y puede por tanto considerarse como un buen baremo de la inteligencia». Que traducido significa: «Cuanto más tonto eres, más ruido soportas» o «La inteligencia es incompatible con el ruido».

Por tanto, bien puedes plantearte y resolver:

  • ¿Cuál es el resultado de multiplicar ruido por estupidez o por soledad?
  • Si divides el ruido por la atención, ¿a qué quedará reducido?
  • ¿Cuál es la raíz cuadrada del ruido producido por una moto con tubo de escape libre?
  • Y, por supuesto, puedes plantear problemas matemáticos y de física redactados como si fueran relatos cortos.

Leyes, principios y teoremas sobre el ruido

Toma de un libro de física, de química o de matemáticas, algunas leyes famosas. Por ejemplo, el principio de Arquímedes.
El reto consiste en traducir dicho principio a una ley, axioma o teorema, sobre el ruido.
Y quien dice Arquímedes dice la primera ley de Newton –«si la fuerza total que actúa sobre un cuerpo es nula, dicho cuerpo se encuentra en reposo o se mueve a una velocidad constante y en línea recta»– y aplícala al ruido.
O la ley de dilatación de los sólidos y líquidos: «la variación de volumen es directamente proporcional a la variación de la temperatura».

Dibuja un cartel o escribe un eslogan que defienda el silencio

O ambas cosas a la vez.

Chicos y chicas de tu edad escribieron las siguientes frases que, una vez colocadas en cartulinas a todo color, inundaron los pasillos del Instituto. A cada frase le colocaron un supuesto autor. Todo el mundo se tragó la autoría de las frases cuando, en realidad, las habían inventado los propios alumnos.

  • «No por mucho gritar se te escuchará mejor» (A. Machado).
  • «Todo volumen es controlable, ¿por qué el tuyo no?» (Arquímedes).
  • «Es mejor parecer estúpido que gritar y demostrarlo» (L. Cernuda).
  • «Los gritos son la ópera de los tontos» (J. S. Bach).
  • «Sólo el silencio consigue armónicos» (Goya).
  • «E=mc2. Resumiendo: el que grita no escucha» (Einstein).

Investigación musical ruidosa
Quedaría por indagar las relaciones existentes entre ruido y música. Que, aunque no lo creas, existen.

Empezad por leer el Manifiesto futurista de Luigi Russolo, El arte del ruido, de 1913.

Después, podéis seguir por la audición del ballet orquestal o suite El mandarín maravilloso, de Béla Bartók. Especialmente, son dignos de escuchar los primeros compases, repletos de disonancias (en un intento de reflejar el ruido de la ciudad).

Finalmente, escuchad distintas composiciones musicales, que, a su modo, reivindican el ruido como fuente de inspiración artístico-musical: sean de Kodály, Schönberg, Stockhausen, y, en nuestros días, de John Cage, un consumadísimo artista manipulando ruidos, de tráfico o de otra fuentes acústicas.

Claro que, si os atrevéis vosotros mismos a componer un texto musical, poniéndole música ruidosa al artículo de Bilbeny, mejor todavía.
 

A modo de conclusión

Como puede apreciarse, las posibilidades que ofrece el enfoque interdisciplinar para el desarrollo de la competencia lectora son inmensas.

No solamente eso. Siendo muy importante este detalle, diría que lo es más por el hecho de que el alumnado se ve más interesado e integrado en este tipo de tareas que en las consideradas, por decirlo de algún modo, más tradicionales.

Lo interdisciplinar es una exigencia intrínseca del conocimiento, siempre complejo y poliédrico, donde cualquier saber necesita el apoyo de otro saber para su comprensión.

Tanto es así que la competencia lectora de muchos textos sólo –valga por una vez este modalizador restrictivo– es posible gracias a un enfoque interdisciplinar.

De ahí que mantengamos el principio de que todo el profesorado es necesario en la tarea de desarrollar la competencia lectora del alumnado, pues ésta es resultado de un conocimiento interdisciplinar, aplicado a una realidad determinada, sea de la naturaleza textual que sea.
 

Este texto es una colaboración de Víctor Moreno

 
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