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Laura Pacheco: viñetas y bocados de realidad

Laura Pacheco comenzó en abril de 2011 su aventura Lets Pacheco, un exitoso proyecto gráfico en la red desde donde comparte su modo de ver la vida y se ríe de las pequeñas grandes cosas que suceden a nuestro alrededor. Sabe observar y captar lo más interesante de cada instante con maestría, porque reflejar la realidad y pasarla por el filtro del humor en unas pocas viñetas no es fácil. Posee un estilo gráfico muy atractivo que bebe de los clásicos europeos y de historietistas norteamericanos de nuevo cuño, pero el formato en el que se ha hecho más popular es aquel en el que los autores iberoamericanos alcanzaron sus mayores éxitos.

Sus historias cortas, a medio camino entre la tira cómica o comic strip y lo que la industria americana llama slice of life, permiten unas licencias que no son factibles en la novela gráfica o en las historias de larga extensión. Desde la calidez de su paleta cromática sabe plasmar aquellos problemas que la sociedad de consumo se empeña en que sean tragedias, cuando en realidad son divertidas situaciones que deberían emplearse como sano ejercicio de autocrítica.

Esa visión sarcástica y humorística es la que ejerce Laura en Problemas del Primer Mundo, (Lumen), una apuesta muy personal por la que, seguro, desfilan protagonistas de carne y hueso que conoce muy bien, una constante en su carrera dentro del mundo del cómic. Sin ir más lejos, sus primeros trabajos Let’s Pacheco! Una semana en familia (2011) y Señor Pacheco: agente secreto (2013), editados por Caramba, tenían como protagonistas a los miembros de su clan familiar.

Además comparte proyectos como Divas de diván, una serie que fue publicada en el suplemento SModa del periódico El País, con su hermana la escritora Carmen Pacheco, a quien acaba de ilustrar la portada de su último libro, Todo lo posible (Planeta).

Es un buen exponente del fantástico grupo de autoras de cómic que han revolucionado el panorama editorial en España. El próximo viernes 18 de marzo mantendrá un encuentro y tertulia sobre su obra y sobre el mundo del tebeo con los chicos y chicas que componen el club de lectura juvenil Contenedor de Océanos, de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, uno de los más veteranos del país, distinguido con el sello Buena Práctica por Leer.es y seleccionado como experiencia innovadora por CERLALC.

Conocemos un poco más acerca de la obra de esta ilustradora y guionista con un breve cuestionario que contesta desde su Almería natal.

Imaginamos que Problemas del primer mundo surge de la observación: en el paseo diario, en los viajes, en las reuniones de familia y amigos, casi todos los lectores seguro que han vivido en determinada ocasión alguna de las situaciones que reflejas, pero ¿cuál es la verdadera semilla de estas historias y por qué elegiste el formato corto? ¿Hay algún personaje real?

Problemas del primer mundo nació a la vez que S Moda. Me propusieron dibujar un par de tiras cortas semanales para su edición digital. Yo había comenzado mi webcómic ese mismo año y hasta entonces sólo había escrito historias autobiográficas, así que opté por una serie con un tema amplio que me facilitara escribir nuevos guiones cada semana.

Al principio todo giraba en torno a un personaje principal, Ana, y poco a poco fui introduciendo personajes nuevos para cubrir otro tipo de temas o situaciones. Y luego, algunos de esos personajes comenzaron a ganar peso y a protagonizar sus propias tiras.

Ningún personaje es real. Todos tienen algo de mí, pero tampoco me identificaría con ninguno en concreto. La idea era mantener cierta ambigüedad en los caracteres de los personajes, en sus trabajos y dónde viven, para que el mayor número de gente se pudiera sentir identificada.

Acabas de abrir senda en Francia con la traducción de tu obra, allí rebautizada como Petites galères et prises de tête (Marabout). Diferentes autores europeos parecen haber influido en tu modo de dibujar, al igual que determinados dibujantes del otro lado del Atlántico ¿quienes eran tus autores y personajes de referencia cuando empezaste a leer tebeos?

La verdad es que no sabría decir unos autores claros de referencia. De pequeña leía Mortadelo y Filemón y Zipi y Zape, pero en esa época no estaba muy interesada aún por el cómic. Fue a partir de los 11 años cuando comencé a leer manga, principalmente Dragon Ball, y a dibujar mis propias historias, y desarrollé un estilo muy parecido al de Akira Toriyama, porque al principio copiaba directamente sus dibujos.

A los 16 años sufrí un cambio de gustos radical. Dejé de lado el manga y comencé a leer algo de cómic americano, como The Sandman y otras series del estilo de Vértigo, y descubrí autores que me impactaron mucho, como Robert Crumb o Daniel Clowes. Sin embargo, en esta época dejé de dibujar y poco después dejé también de leer cómics.

Estudié Bellas Artes porque quería dedicarme a la restauración de pintura y allí aprendí dibujo del natural tradicional, y por esa época también comencé a interesarme por la ilustración de libros infantiles. Cuando comencé Let's Pacheco hacía mucho tiempo que no dibujaba y no tenía un estilo de dibujo concreto, así que supongo que el resultado fue una mezcla de todas esas influencias tan diversas.

En tus cómics pareces apostar por una tipografía realizada con rotulación manual, a la vieja usanza. En la actualidad cada vez menos autores utilizan este método, y ya existen profesionales dedicados en exclusiva a esta labor, como Fernando Fuentes ¿es un homenaje a algún autor o una simple cuestión de comodidad y control de todo el proceso a la hora de trabajar?

Al principio se trató de una cuestión estética, ya que sólo dibujaba a lápiz y hubiera sido difícil encontrar una tipografía acorde. Después, cuando empecé a entintar, fue más bien por comodidad. Lo cierto es que antes no le daba mucha importancia al tipo de rotulación, pero es algo en lo que ahora me esfuerzo mucho más, como el diseño de los bocadillos o la composición de las viñetas. Sigo prefiriendo la rotulación a mano, aunque debo decir que al ver la rotulación de la edición francesa me sorprendí gratamente con el resultado.

La restauración de obras de arte pertenece a un estadio anterior en tu vida sin embargo, ¿tu experiencia en este campo te ha aportado en alguna ocasión ideas para aplicar a tus cómics?

Sí, de hecho una de las primeras series que creé para el webcómic fue La restauradora de obras de arte, un personaje de ficción, pero que se basaba en anécdotas reales de mi experiencia laboral. Por esa época aún tenía muy presente el mundo de la restauración, ya que mientras dibujaba seguía buscando trabajo en este campo. Con el tiempo he abandonado la idea de volver a trabajar como restauradora, aunque echo de menos al personaje y me gustaría retomarlo. ¡El problema es que tendría que refrescar mis apuntes de la carrera y ponerme al día!

Es sabido que retomaste la creación gráfica cuando te quedaste en el paro pero, ¿la idea de empezar de cero desde el webcómic surge como una apuesta personal por este medio o como vehículo para mostrar al mundo tus proyectos desde casa y sin necesidad de abandonar tu ciudad natal?

Más que un medio para darme a conocer, lo que buscaba era algo de feedback que me motivara a seguir dibujando. Hacía muchos años que no dibujaba de manera constante y todos los intentos habían terminado frustrados porque nunca me convencía el resultado. La intención era desarrollar un estilo para dedicarme a la ilustración editorial, pero el cómic seguía ahí latente y como no sabía qué dibujar, opté por historietas cortas autobiográficas.

El objetivo inicial no era dedicarme profesionalmente al cómic, porque ni siquiera me imaginaba que pudiera ser posible. Sin embargo las historias llamaron más la atención que el dibujo y desde el principio me sentí bastante cómoda con el formato, porque me resultaba muy intuitivo.

El éxito de tus viñetas se debe especialmente al apoyo popular. Su difusión por las redes sociales ha contribuido en gran parte a que los cómics que has escrito y dibujado sean más conocidos ¿qué redes consideras fundamentales para todo aquel que quiera dar el paso de mostrar sus creaciones?

Creo que Facebook es la plataforma que mejor funciona a la hora de dar a conocer tu trabajo, porque las publicaciones se comparten con más facilidad y la gente suele interactuar mucho, pero personalmente me gusta más Instagram. Sobre todo, por el vínculo que se crea con otros autores y cuando éstos comparten sus procesos de trabajo.

La moda, la familia, las vacaciones, el trabajo… En tu obra parodias situaciones cotidianas que se dan en muchos ámbitos diferentes, ¿qué temas tienes ganas de tratar y aún no te has atrevido?

La verdad es que en S Moda nunca me han puesto problemas con ningún tema en concreto, y en mi blog siempre he sentido la libertad de publicar cualquier cosa que me apeteciera, así que no tengo ningún tema pendiente. Alguna vez, sin embargo, he echado en falta dibujar alguna historieta seria, para hacer alguna reflexión o por el simple placer de contar algo, pero nunca tengo tiempo para hacer todo lo que se me pasa por la cabeza y, si tengo que elegir, acabo eligiendo el humor.

Aunque siempre han existido mujeres dibujantes de cómic y algunas han alcanzado gran importancia, es en las últimas décadas donde por fortuna se afianza su papel no solo como lectoras sino también como parte fundamental de la industria en el resto de la cadena del libro (guionistas, ilustradoras, editoras de cómic…). Se han constituido asociaciones, aparecen autoras en lugares donde ni siquiera había una tradición en el noveno arte (Rutu Modan, Parsua Bashi, Marjane Satrapi, Peggy Adam…); y se reivindica el papel vital de un buen número de autoras españolas, tanto de antes como de ahora ¿Qué cinco mujeres del sector te parecen más destacables por su trabajo?

Marjane Satrapi, por su capacidad para contar la historia y situación difícil de un país con semejante aparente facilidad en Persépolis. Además, Pollo con ciruelas es una de mis historias favoritas de todos los tiempos. Maitena es también un referente indudable, aunque reconozco que conocí su trabajo cuando empezaron a compararme con ella, supongo que por los temas que trato en Problemas del Primer Mundo o por la publicación en El País. Me parece muy destacable Gemma Correll, porque a pesar de su juventud ha creado un estilo absolutamente reconocible y me parece una de los mejores autores de humor gráfico actuales. Y por supuesto nacionales podría citar también a muchas, como Raquel Córcoles, Agustina Guerrero, Laura Santolaya, Anastasia Bengoechea o Ana Belén Rivero, por la repercusión que han logrado tener en las redes sociales y que creo que han ayudado, en muchos casos, a atraer al mundo del cómic a gente que nunca había leído este formato. ¡Como ves, el número se me ha quedado corto!

El cómic, tras ser considerado durante muchos años como una literatura menor en España, vive momentos dulces en estos momentos, pero las dificultades de la industria siguen obligando a decenas de creadores a publicar primero en otros países de mayor tradición para poder vivir de ello, ¿te has llegado a plantear alguna vez empezar carrera en otro país?

No me lo he planteado como dibujante de cómics, pero sí como ilustradora. Aunque fue una sorpresa que un grupo editorial tan importante como Hachette Livre se interesara por Problemas del primer mundo. Nunca había pensado enviar trabajos a Francia, por ejemplo, pero dependiendo de como funcione este libro, me lo podría plantear.

El gran termómetro de la situación en la industria se advierte en los grandes festivales que celebra el sector en países como Francia o EEUU ¿Te gusta acudir a este tipo de eventos? ¿Has podido ir a Angouleme o la Comic Con de San Francisco en alguna ocasión?

Nunca he asistido a ningún evento grande, porque nunca he tenido la oportunidad. Sin embargo, creo que prefiero los eventos en ciudades más pequeñas, más aún si voy como invitada. Creo que es la mejor oportunidad para conocer a editores y otros autores con más comodidad.

¿Tienes interés en el manga? ¿Por qué crees que durante tantos años fue este tipo de cómic el preferido por las lectoras y la puerta de acceso al noveno arte para varias generaciones?

Creo que el manga es tan amplio y existen tantos géneros distintos que siempre se puede encontrar uno ideal para cada persona. Y especialmente para adolescentes. Puede deberse a las adaptaciones del cómic a la animación, que en el manga es más habitual y ayuda a que tenga más público. Yo misma me sentí atraída por el manga a través de animes que emitían en televisión, como Sailor Moon, Marmalade boy, Azuki o Card captor Sakura, y que claramente estaban orientados a un público adolescente femenino.

Canal Lector recomienda especialmente títulos de la Literatura Infantil y Juvenil, pero también novela crossover, cómic y álbum ilustrado para todas las edades ¿eres o has sido lectora de alguno de estos formatos, aparte del tebeo?

¡Claro, y lo sigo siendo de todos ellos! Incluso de libros infantiles y álbumes ilustrados, aunque estos los suelo elegir sobre todo por el trabajo de ilustración. A veces pienso que algunos álbumes ilustrados están hechos para ilustradores y no para niños. Hace poco me compré uno de mis favoritos, Home, de Carson Ellis. Creo que también está editado en España, pero preferí comprar la edición original.

Cada vez más algunas editoriales apuestan por sellos dedicados a la promoción del cómic en las primeras edades, si tuvieses que dar alguna idea a los mediadores que tratan de difundir las posibilidades de este lenguaje, ¿qué autores y títulos recomendarías, en general, para iniciarse en las viñetas y bocadillos? Como lectora ¿quiénes han sido los culpables de que te dediques a esto?

Pues no se me ocurren autores concretos, a parte de algún tipo de manga que fuera adecuado para la edad del niño, pero recuerdo cómo me llamaba la atención el suplemento semanal que venía con El País, El pequeño País. Estaba compuesto por tiras cómicas cortas de varios autores. También he visto que cada vez más, se opta por un estilo de dibujo más cercano al cómic y al manga para ilustrar libros infantiles y juveniles, porque supongo que es un estilo que llama más la atención a esa edad. Creo que esas cosas son buenas para integrar más los cómics en la literatura y no quede como un formato completamente ajeno.

¿Qué recomendarías a los pequeños y jóvenes lectores que quisieran dedicarse al mundo del cómic o de la ilustración?

Sobre todo que dibujen y lean mucho, y que beban de todo tipo de fuentes que les llame la atención. Que busquen muchas referencias distintas y no se obsesionen con un estilo de dibujo o de narración concreto. Mis ilustradores favoritos no tienen nada que ver con lo que yo hago y a veces ni siquiera se parecen entre sí, y creo que eso ha enriquecido mucho mi dibujo. También es más sano buscar inspiración en la literatura, en el cine y en la música, y no únicamente en los cómics.

Y no dejar nunca de dibujar. Yo lo hice porque me frustraba no dibujar tan bien como quería y luego me di cuenta de que la única manera de conseguirlo era practicando.

El álbum ilustrado es un medio muy interesante porque está en continua experimentación y aún no tiene unas reglas marcadas, ¿te gustaría probar fortuna en este campo más adelante o prefieres centrarte en el cómic y la ilustración editorial?

Ahora mismo prefiero centrarme en la ilustración, sobre todo editorial, que es a lo que siempre me quise dedicar cuando empecé con Let's Pacheco. También me interesan otros campos relacionados, como el lettering y el diseño de estampados, que también tienen un campo de aplicaciones más amplio.

Por último, ¿qué proyectos tienes para este 2016?

Este año quiero probar suerte con la ilustración. Si es posible, también en otros países. Por supuesto, no voy a dejar del lado el cómic, pero me gustaría dedicarme más a tiempo completo a la ilustración y llevar a cabo proyectos de cómic como algo más personal. El próximo libro va a ser junto a mi hermana, sobre la serie que hacíamos juntas, Divas de diván.

Libros de Laura Pacheco en Canal Lector

 

 

 
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