Someterse a la lectura en voz alta es una de las pruebas más difíciles que puede afrontar una novela para niños. La claridad de la línea argumental, la efectividad del lenguaje, la vitalidad de los personajes... han de demostrar tanto su eficacia como su calidad. Son pocas las obras que hoy día superan esta prueba y casi ninguna con la solvencia y elegancia con que lo hace Las maletas encantadas. Tras su aparente simplicidad, se trata de una lectura llena de matices y encantos que cautiva tanto al que escucha como al que lee.
Someterse a la lectura en voz alta es una de las pruebas más difíciles que puede afrontar una novela para niños. La claridad de la línea argumental, la efectividad del lenguaje, la vitalidad de los personajes... han de demostrar tanto su eficacia como su calidad. Son pocas las obras que hoy día superan esta prueba y casi ninguna con la solvencia y elegancia con que lo hace Las maletas encantadas. Tras su aparente simplicidad, se trata de una lectura llena de matices y encantos que cautiva tanto al que escucha como al... Seguir leyendo
Las maletas encantadas

Aquella primavera había llovido mucho. El bosque estaba más frondoso y exuberante que nunca. Tenía todos los verdes del mundo. Daba gloria verlos. La musaraña avanzaba a través de la hierba. Los tallos, más altos que ella, la ocultaban. Se abría paso con suavidad. La hierba le hacía cosquillas en el hocico. Yeso le gustaba mucho. De pronto, vio algo inesperado a poca distancia y se detuvo. Había un bulto extraño entre unos matorrales. Estuvo un rato observando. Luego se acercó un poco más, muy despacio.