Una historia más de la bruja Brunilda, un personaje disparatado y divertido con el que los primeros lectores sin duda pasarán un buen rato. Un álbum ilustrado en el que se narran las aventuras de esta bruja tan peculiar a la que le gusta viajar y pasarlo bien. Suele salir de los atolladeros en los que se mete con un poquito de magia que realiza con su barita, y así logra salir airosa de las situaciones. Ilustraciones desenfadas y llenas de detalles para poder pasar tiempo recreándose en cada doble página, hay tanto por descubrir.
Una historia más de la bruja Brunilda, un personaje disparatado y divertido con el que los primeros lectores sin duda pasarán un buen rato. Un álbum ilustrado en el que se narran las aventuras de esta bruja tan peculiar a la que le gusta viajar y pasarlo bien. Suele salir de los atolladeros en los que se mete con un poquito de magia que realiza con su barita, y así logra salir airosa de las situaciones. Ilustraciones desenfadas y llenas de detalles para poder pasar tiempo recreándose en cada doble página, hay tanto... Seguir leyendo
Brunilda en la playa

Era verano y hacía mucho calor. La bruja Brunilda se sentía acalorada y agotada. Bruno, su gato, también.
–Quiero darme un baño, Bruno. Vamos a la playa –dijo Brunilda.
La bruja buscó su toalla de playa y su sombrilla. La bruja saltó sobre su escoba, Bruno saltó al hombro de Brunilda y ambos emprendieron el vuelo. Sobrevolaron ciudades achicharradas, carreteras achicharradas y coches achicharrados; por fin llegaron al mar.
Aunque la playa estaba abarrotada, Brunilda encontró un hueco para su toalla.