Gaturro y los piratas del tesoro perdido

Fue un viernes muy atípico en la oficina del padre. Para probar la fuerza de voluntad de sus empleados, la empresa decidió realizar una extraña competición: el que comiera más perritos calientes, ganaría ¡un crucero por el Caribe para él y toda su familia! El principal candidato a obtener el premio era el jefe, conocido por su disciplina. Pero eso no bastó. Finalmente, el ganador fue el más glotón.