Un humor de corte ingenuo, historias cortas y muy sencillas, alusiones a lo horroroso, personajes disparatados, mucha acción y una gran variedad temática hacen de estos cuentos una lectura ideal para motivar a los niños que menos les gusta leer. Tanto para ser leído en voz baja como en voz alta, resulta fácil devorar este libro y adentrarse así en el prolífico mundo de una de las autoras alemanas más populares: Cornelia Funke.
Un humor de corte ingenuo, historias cortas y muy sencillas, alusiones a lo horroroso, personajes disparatados, mucha acción y una gran variedad temática hacen de estos cuentos una lectura ideal para motivar a los niños que menos les gusta leer. Tanto para ser leído en voz baja como en voz alta, resulta fácil devorar este libro y adentrarse así en el prolífico mundo de una de las autoras alemanas más populares: Cornelia Funke.
Cornelia Funke cuenta cuentos sobre devoralibros, fantasmas de desvanes y otros héroes

En lo más alto de las montañas, allí donde solo hay hielo, nieve y rocas, vivió en otro tiempo un monstruo enorme, malhumorado y absolutamente horrible llamado Gagrobatz. Gagrobatz vivía desde hacía más de tres mil años completamente solo en una cueva oscura y la mayor parte del tiempo le rugían las tripas. Todos los días tenía que comer rocas porque no había ninguna otra cosa, salvo un esquiador o una marmota de vez en cuando. Por culpa de las rocas, Gagrobatz tenía casi siempre dolor de estómago.