El caballo cobarde

Al día siguiente de ocupar el trono, el joven rey proclamó su deseo de ser dueño del caballo más hermoso de cuantos existieran, del más vigoroso y valiente en la batalla, de modo que así lo anunciaron los pregoneros por todos los rincones del país, para que el deseo del rey se viese cumplido cuanto antes, pues suelen ser urgentes los deseos de los poderosos y de los jóvenes. «El rey busca el mejor de los caballos. Pagará en moneda de plata».