Da igual si vives en una casa en el campo o en un piso en la ciudad. Lo importante es mantener el vínculo con la naturaleza apostando por pequeñas manualidades y acciones diarias que pueden iluminar nuestro día a día. Construir un huerto en el hogar, tener las macetas más bonitas del vecindario, producir nuestras propias verduras y hortalizas libres de químicos y aditivos; favorecer (y comprender) el delicado proceso de polinización, diseñar un terrario o componer un kokedama para revivir tus estancias interiores; enviar tarjetas de flores prensadas, distinguir los árboles frutales o, incluso, fabricar una veleta. Explicado en sencillos pasos a través de una colección de ilustraciones que destilan paz y calidez -firmadas por una joven artista rumana-; la pareja de autoras ofrece las mejores recetas en un completo manual do it yourself para aportar equilibrio en la vida cotidiana y no olvidar nunca las raíces, al mismo tiempo que sugieren cuidar de nuestra alimentación convirtiéndonos en horticultores aficionados para tener siempre los mejores alimentos en nuestras mesas. Incluye un breve glosario final.

Da igual si vives en una casa en el campo o en un piso en la ciudad. Lo importante es mantener el vínculo con la naturaleza apostando por pequeñas manualidades y acciones diarias que pueden iluminar nuestro día a día. Construir un huerto en el hogar, tener las macetas más bonitas del vecindario, producir nuestras propias verduras y hortalizas libres de químicos y aditivos; favorecer (y comprender) el delicado proceso de polinización, diseñar un terrario o componer un kokedama para... Seguir leyendo