El supergordo

Como la mayoría de los adultos, a los padres de Sam Kellow nunca se les pasó por la cabeza que su hijo pensase alguna vez en el dinero. Como la mayoría de los adultos, creían que no apreciaba su valor, y solían decirle cosas como: "El dinero no cae del cielo" y "Si supieras cuánto cuesta eso, no lo harías".