
Siempre hay una primera vez
Como en la cita del escritor británico Alan Alexander Milne escogida por el autor, el protagonista de esta historia no sabía que estaba creando recuerdos inolvidables, solo se divertía. Pero para llegar a esas vivencias, otras más traumáticas jalonaron, previamente, su entrada en el instituto de secundaria. El miedo a los abusones del colegio, un complicado ecosistema familiar (condicionado por la enfermedad de la madre), y una permanente incertidumbre en torno al futuro que Dan solucionaba intentando pasar desapercibido. Pero la posibilidad de una excursión del grupo escolar al continente europeo, con París como primer escenario, cambiará para siempre el territorio emocional del joven. Junto a él suben al avión Shelley, a la que conoce desde la guardería, Joy, una de las chicas más populares del instituto, Amber, Braden y Darryl. La pandilla conecta bien, y juntos visitan lugares emblemáticos de la capital francesa, además de otros países como Suiza, Alemania, Austria o Inglaterra (con asistencia a la semifinal masculina del torneo de tenis de Wimbledon incluida) Pero, aún más importantes, se produce también otra tipología de hallazgos que quedarán para siempre en las mejores habitaciones de su memoria (primeros amores, juegos adolescentes, emociones y confesiones inesperadas...) Con sensibilidad y buen humor, el autor traza un recorrido autobiográfico que tiene las mismas paradas que han realizado otros miles de jóvenes en el mundo -de ahí su éxito en cualquier lugar al que llegue-, con un broche final (aquellas cartas que iluminaban buzones), que invita a vivir con intensidad cada segundo de vida, y más aún en plena juventud. En el epílogo fragmentos reales de aquel viaje (fotografías, ideas...); que dan una idea a los jóvenes lectores de hoy sobre cómo era la vida en la década de los noventa, reunidos para culminar un excelente y honesto relato slice of life que fue reconocido con el National Book Award en 2023 y nominado al Premio Eisner un año más tarde.
Como en la cita del escritor británico Alan Alexander Milne escogida por el autor, el protagonista de esta historia no sabía que estaba creando recuerdos inolvidables, solo se divertía. Pero para llegar a esas vivencias, otras más traumáticas jalonaron, previamente, su entrada en el instituto de secundaria. El miedo a los abusones del colegio, un complicado ecosistema familiar (condicionado por la enfermedad de la madre), y una permanente incertidumbre en torno al futuro que Dan solucionaba intentando pasar... Seguir leyendo
Siempre hay una primera vez

Crecí en un pequeño pueblo a las afueras de Los Ángeles.
Todo lo que sabía del mundo era lo que pasaba en Camarillo.
Mi madre padecía una enfermedad llamada lupus que solía dejarla exhausta, por lo que a menudo le ayudaba con los recados.
Mamá estuvo hospitalizada varias veces, así que no viajábamos mucho.
Era hijo único, así que trataba de mantenerme ocupado en casa.
Título: |
Siempre hay una primera vez |
Autor: |
Dan Santat |
Traducción: |
Iris Mogollón González |
Editorial: |
Maeva |
|
Madrid, 2025 España |
Págs: |
320 |
Soporte: |
Papel |
ISBN: |
978-84-10260-96-2 |
Seleccionado por: |
Fundación Germán Sánchez Ruipérez |
Edad recomendada:
De 9 a 11 años |
Este libro trata de:
Hijos únicos, Recuerdos, Cómic, Memoria, Institutos, Bullying, Viajes iniciáticos, París, Aviones, Amistad, Turismo, Amor adolescente, Adolescencia, Sentimientos, Emociones, Timidez, Honestidad, Conflictos personales, Sonámbulos |
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