Querida Theo

No nos conocemos, pero te imagino. Bueno, lo intento. Has cogido el libro antes de instalarte cómodamente, tal vez en la butaca del salón o en tu dormitorio, sobre la cama. Vas a empezar este libro. ¿Lo has elegido por la portada? O quizá es un regalo y ahora debes leerlo para dar gusto a tus padres que te repiten todos los días que la lectura es importante.