Peter Pan, el magnífico relato de J. M. Barrie, no entiende de edades porque puede ser leído por grandes y chicos. En este libro se continúa la saga literaria del niño que no quería crecer en el País de Nunca Jamás. En este caso, Peter Pan vivirá una serie de aventuras, donde intentará recuperar el baúl en el que guardaba el polvo de estrellas que le permite volar, cuyo robo planea el malvado oficial de la saga, Lord Ombra. Peter Pan, el magnífico relato de J. M. Barrie, no entiende de edades porque puede ser leído por grandes y chicos. En este libro se continúa la saga literaria del niño que no quería crecer en el País de Nunca Jamás. En este caso, Peter Pan vivirá una serie de aventuras, donde intentará recuperar el baúl en el que guardaba el polvo de estrellas que le permite volar, cuyo robo planea el malvado oficial de la saga, Lord Ombra.

Peter Pan y los ladrones de sombras

Una mancha en el horizonte

«Un mango –pensó Peter–. El alma perfecta».
El muchacho escuálido y bronceado, vestido con una camisa hecha jirones, y unos pantalones cortados por encima de las rodillas llenas de costras, se apartó el rojizo cabello despeinado de la cara. Le cayó justo delante de los ojos cuando se inclinó hacia la tierra arenosa y recogió la regordeta fruta esférica y amarilla, un poco mayor que una naranja. El mango resultaba demasiado blando al tacto, y demasiado maduro para comérselo. Pero era el objeto adecuado para dejar caer sobre la cabeza de alguien desde una gran altura. Y Peter sabía precisamente sobre qué cabeza quería que cayera.