Stuart Little

Cuando la señora de Frederick C. Little tuvo su segundo hijo, todo el mundo notó que su tamaño no excedía en mucho al de un ratón. La verdad es que el bebé se parecía a un ratón en todos los aspectos. No medía más de un par de pulgadas; tenía el aguzado hocico, la cola y los bigotes de un ratón, así como su aire agradable y recatado. A los pocos días de nacer, no sólo tenía el aspecto de un ratón, sino que además actuaba como tal, provisto de un sombrero gris y portando un bastón pequeño. Los Little le pusieron de nombre Stuart, y el señor Little le construyó un diminuto lecho utilizando una cajetilla de cigarrillos y cuatro pinzas de ropa.