Un inolvidable relato de aventuras, un clásico de la literatura universal y, probablemente, la primera novela realmente moderna. Es una historia que puede leerse como una más que interesante peripecia de un hombre abandonado a su suerte en un entorno hostil, y también como una metáfora de la vida de aquellos seres humanos que, a pesar de las contingencias del azar, no se dan por vencidos ante la mala fortuna y saben imponerse a las circunstancias. Un inolvidable relato de aventuras, un clásico de la literatura universal y, probablemente, la primera novela realmente moderna. Es una historia que puede leerse como una más que interesante peripecia de un hombre abandonado a su suerte en un entorno hostil, y también como una metáfora de la vida de aquellos seres humanos que, a pesar de las contingencias del azar, no se dan por vencidos ante la mala fortuna y saben imponerse a las circunstancias.

Robinson Crusoe

Nací en el año 1632 en la ciudad de York, de una buena familia, aunque no del país, pues mi padre era un extranjero, oriundo de Bremen, que se había radicado inicialmente en Hull. Gracias al comercio, poseía un considerable patrimonio, y, al abandonar los negocios, vino a vivir a York, donde casó con mi madre, que pertenecía a una distinguida familia de la región, de nombre Robinson, razón por la cual yo fui llamado Robinson Kreutznaer. Sin embargo, en virtud de la usual adulteración de las palabras en Inglaterra, ahora se nos llama, más aún, nosotros nos damos el nombre y firmamos Crusoe, y así me han llamado siempre mis compañeros.