Juan explora el ático de su casa en busca de cosas curiosas. Allí hay un viejo baúl de sus abuelos e imagina que esconde el tesoro de unos fieros piratas. Lo abre y encuentra una lupa. Con ella juega a ser un detective que tiene que averiguar quién está robando en su huerto. Sencilla historia que ennoblece el papel de la fantasía y la inocencia infantil, la magia del juego simbólico y el poder de la imaginación creadora. Con un texto escueto, pero suficiente y correcto, y con unas ilustraciones que transmiten acertadamente la ingenuidad del protagonista y su desbordante curiosidad, este cuento seguramente hará recordar al lector sus propios juegos imaginativos.

Juan explora el ático de su casa en busca de cosas curiosas. Allí hay un viejo baúl de sus abuelos e imagina que esconde el tesoro de unos fieros piratas. Lo abre y encuentra una lupa. Con ella juega a ser un detective que tiene que averiguar quién está robando en su huerto. Sencilla historia que ennoblece el papel de la fantasía y la inocencia infantil, la magia del juego simbólico y el poder de la imaginación creadora. Con un texto escueto, pero suficiente y correcto, y con unas ilustraciones que transmiten acertadamente la... Seguir leyendo