La novela distópica sondea todo tipo de escenarios apocalípticos, en algunos casos espacios bien conocidos por todos, como la ciudad de Nueva York. Lo difícil a estas alturas es innovar y dotar de emoción tramas que parecen repetirse, dado el éxito que consiguen entre el público adolescente. Waltz construye la historia en torno a una epidemia que ha diezmado la población mundial. La pareja protagonista, encargada de narrar la acción desde sus respectivos puntos de vista, solo encuentra una posible solución tratando de reconstruir los pilares de la sociedad a través de la perseverancia y los principales valores humanos. Interesante el diseño de los personajes y la prosa desinhibida, que no elude palabras habituales en la jerga de cualquier pandilla en una gran ciudad. La historia contiene alguna vuelta de tuerca y pequeños brochazos de humor que tratan de desdramatizar la agónica carrera contra el tiempo que viven los supervivientes.

La novela distópica sondea todo tipo de escenarios apocalípticos, en algunos casos espacios bien conocidos por todos, como la ciudad de Nueva York. Lo difícil a estas alturas es innovar y dotar de emoción tramas que parecen repetirse, dado el éxito que consiguen entre el público adolescente. Waltz construye la historia en torno a una epidemia que ha diezmado la población mundial. La pareja protagonista, encargada de narrar la acción desde sus respectivos puntos de vista, solo encuentra una posible solución tratando de... Seguir leyendo