Bartolo, es un joven enamorado de una chica de buena familia que ha entrado en un convento. No puede perderla y esa idea le obsesiona y está dispuesto a todo con tal de recuperarla, incluso hasta volar una iglesia. Don Bosco ha llegado a la ciudad de Barcelona, estamos en el año de 1886. Ya es mayor, tiene 70 años y viene precedido de fama de hombre santo. Participa en varios actos y en uno de ellos, un niño le entrega una misiva. A partir de ahí, las vidas de Bartolo y Don Bosco se cruzan. Andreu ha mezclado datos biográficos del santo con una trama bien orquestada y que bien hubiera podido suceder, incluso como lectores, nos hace dudar si así fue. La magia está presente en el libro porque el santo realizaba malabarismos y prestidigitación y lo que muchos consideraron milagro no lo fue, tal y como él mismo explicó, pero y después ¿hubo o no un milagro y por qué no se pudo saber? Una lectura amena, bien ambientada y documentada para conmemorar el bicentenario de Don Juan Bosco, sin caer en exaltaciones ni ñoñerías.

Bartolo, es un joven enamorado de una chica de buena familia que ha entrado en un convento. No puede perderla y esa idea le obsesiona y está dispuesto a todo con tal de recuperarla, incluso hasta volar una iglesia. Don Bosco ha llegado a la ciudad de Barcelona, estamos en el año de 1886. Ya es mayor, tiene 70 años y viene precedido de fama de hombre santo. Participa en varios actos y en uno de ellos, un niño le entrega una misiva. A partir de ahí, las vidas de Bartolo y Don Bosco se cruzan. Andreu ha mezclado datos biográficos del santo con una... Seguir leyendo