La vida del buque Clementine sirve como metáfora para recorrer algunos de los hechos más relevantes del siglo XX. Desde la cubierta del navío, sus tripulantes han vivido guerras, transformaciones y todo tipo de lances dramáticos, incluido un fugaz atraque en España en plena Guerra Civil. El paso del tiempo ha hecho mella en la quilla pero también en los marineros que un día embarcaron con la mayor ilusión. En ese crepuscular epílogo, el capitán, aquel chiquillo que un día dejó su tierra fascinado por la vida aventurera en alta mar, en contra de la ley no escrita, no está dispuesto a hundirse junto al coloso en las profundidades del océano. Pueden más los recuerdos de un amor nacido entre el aroma del salitre y la brisa marina. La vida como travesía circular queda patente en el retorno a la esencia de los primeros sentimientos, captada –como siempre- con la maestría y sensibilidad del artista italiano.
Cada cierto tiempo aparecen obras maestras en el campo de la LIJ capaces de conmover a todo tipo de lectores. En esta privilegiada nómina figuran, en más de una ocasión, las propuestas de Roberto Innocenti. El autor asegura siempre un espectáculo visual original y emocionante construido a base a ilustraciones realistas, a las que aplica un reconocible velo poético. El álbum incluye un juego de planos del barco en el que se especifican con todo detalle cada una de sus partes. Imprescindible.

La vida del buque Clementine sirve como metáfora para recorrer algunos de los hechos más relevantes del siglo XX. Desde la cubierta del navío, sus tripulantes han vivido guerras, transformaciones y todo tipo de lances dramáticos, incluido un fugaz atraque en España en plena Guerra Civil. El paso del tiempo ha hecho mella en la quilla pero también en los marineros que un día embarcaron con la mayor ilusión. En ese crepuscular epílogo, el capitán, aquel chiquillo que un día... Seguir leyendo