El hábito de dar o compartir con los demás sin esperar a recibir nada a cambio es uno de los gestos más nobles y, lamentablemente, muchas veces más infrecuente en nuestra sociedad contemporánea. La abuela que protagoniza esta historia ha esperado con tanta fe la visita de su nieta que decide iniciar con ella el proceso sanador de entregar el regalo secreto. La caja, de color rojo, va pasando de mano en mano sin que se pierda la esencia con la que nace la idea entre el guardabosques, el deshollinador, una niña enferma, un panadero... Fases sucesivas que cristalizan en un final redentor que devuelve al personaje principal la ilusión y el calor que tanto añora, precisamente gracias a ese objetivo inicial. Ambientada en un bucólico paisaje nevado, los autores combinan algunos mimbres del cuento tradicional para construir una historia emotiva y esperanzadora, fraguada en torno a bellas y delicadas ilustraciones que combinan la página completa con pequeños detalles, además de un simpático detalle complementario en la camisa exterior: la posibilidad de que los propios lectores construyan su propio regalo para que ese proceso nunca se detenga.

El hábito de dar o compartir con los demás sin esperar a recibir nada a cambio es uno de los gestos más nobles y, lamentablemente, muchas veces más infrecuente en nuestra sociedad contemporánea. La abuela que protagoniza esta historia ha esperado con tanta fe la visita de su nieta que decide iniciar con ella el proceso sanador de entregar el regalo secreto. La caja, de color rojo, va pasando de mano en mano sin que se pierda la esencia con la que nace la idea entre el guardabosques, el deshollinador, una niña... Seguir leyendo