Un elefante, un mirlo y una niña huyen de la cazadora Aisha y su inquietante juguete, un enorme león oriental. Son magos, aunque el verdadero hechicero es, en realidad, Bernard Granger, aka Blexbolex; un creador sin igual, de esos que son cada vez más difíciles de encontrar porque poseen una voz única en el terreno artístico, y que sorprende a cada nueva incursión en la literatura infantil y juvenil. En este caso su narrativa dramática estaba concebida como una especie de teatro de papel adaptado en un extenso (e intenso) relato, de tintes oníricos y compleja descripción, que compone a partir de serigrafías a tres colores, sobre papel de seda tintado (marca de la casa). De esta forma cincela una apología de la imaginación infantil y del poder ilimitado de la magia. Una aventura recomendable para embarcarse a cualquier edad que da fe de la maestría de este artista francés en el diseño gráfico, la serigrafía y los cromatismos marcados, con una clara influencia de las antiguas técnicas de impresión en su planteamiento estético.

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Un elefante, un mirlo y una niña huyen de la cazadora Aisha y su inquietante juguete, un enorme león oriental. Son magos, aunque el verdadero hechicero es, en realidad, Bernard Granger, aka Blexbolex; un creador sin igual, de esos que son cada vez más difíciles de encontrar porque poseen una voz única en el terreno artístico, y que sorprende a cada nueva incursión en la literatura infantil y juvenil. En este caso su narrativa dramática estaba concebida como una especie de teatro de papel adaptado en un... Seguir leyendo