Los aliados están reconquistando el norte de África y han vencido en Stalingrado; los americanos desembarcaron en Italia y, en el transcurso de la trama, también se inician las operaciones desde Normandía, sin embargo, en el día a día de la Bruselas ocupada por los nazis, o los boches, como popularmente conocen a los invasores; Spirou, Fantasio y sus amigos siguen sufriendo la represión de la Gestapo y de las fuerzas germanas, con el apoyo cómplice de la policía local y otros estamentos. Nada se sabe de quienes fueron enviados en trenes, primero de pasajeros, después de mercancías, a los campos de trabajo, aunque el protagonista sabe bien el horror al que conduce las deportaciones. Por eso se afana en ayudar (suministrando alimentos, realizando pequeñas acciones de sabotaje, contribuyendo a ocultar a los perseguidos...); y en tratar de aliviar el dolor o disimular la desgracia convirtiendo este mundo en un lugar mejor, inspirado por sus sólidos valores. En ese trágico ecosistema, narrado con precisión por Émile Bravo y retratado con brillante perfección gracias a su elegante línea clara, el célebre botones descubre otros sentimientos intensos, al mismo tiempo que Fantasio sufre el reverso del amor y la pérdida. Trufado de homenajes que los amantes de las aventuras de Tintín seguro que reconocerán (tanto al personaje como a su autor, Hergé); Bravo convierte a los héroes en testigos y cronistas del horror, con una concisión que ha inspirado incluso algunas exposiciones organizadas en eminentes centros artísticos de Francia el pasado año. El estigma del colaboracionismo, el arrojo de la resistencia, los afectos clandestinos, el antisemitismo, "la esperanza, pese a todo"... En el intenso guion hay espacio para conocer todas las aristas de aquel conflicto bélico, lo que convierte la pentalogía (si incluimos Diario de un ingenuo y a la espera de la publicación en español de la cuarta parte oficial, a la que el autor deja en puntos suspensivos con un cliffhanger); en un sutil ejercicio de memoria histórica que debería ser lectura recomendada en los institutos. Destacar también, en estos tiempos grises, la decidida apuesta del héroe por la paz y su convencimiento de que se puede llegar a ella sin usar las armas, una actitud ingenua y valiente de él y de los niños "traviesos", que son el mejor escudo para una lucha desigual.

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Los aliados están reconquistando el norte de África y han vencido en Stalingrado; los americanos desembarcaron en Italia y, en el transcurso de la trama, también se inician las operaciones desde Normandía, sin embargo, en el día a día de la Bruselas ocupada por los nazis, o los boches, como popularmente conocen a los invasores; Spirou, Fantasio y sus amigos siguen sufriendo la represión de la Gestapo y de las fuerzas germanas, con el apoyo cómplice de la policía local y otros estamentos.... Seguir leyendo