Desde la nostalgia, un adulto cuenta cómo con doce años sus padres le envían a una aldea del País Vasco a pasar un verano con su abuelo, al que no conoce. Allí descubrirá las raíces de su familia y los conflictos creados entre las gentes del pueblo tras la guerra civil. Una historia sobre las relaciones personales y los sentimientos, a través de la que el protagonista fortalece su autoestima. Desde la nostalgia, un adulto cuenta cómo con doce años sus padres le envían a una aldea del País Vasco a pasar un verano con su abuelo, al que no conoce. Allí descubrirá las raíces de su familia y los conflictos creados entre las gentes del pueblo tras la guerra civil. Una historia sobre las relaciones personales y los sentimientos, a través de la que el protagonista fortalece su autoestima.

El jugador de frontón

Es curioso, siempre que se me acumulan las dudas, dudas provocadas por la complejidad de las cosas, me viene a la memoria la noche en que mis padres me llevaron a vivir con Berna, los meses que pasé con él, el verano en la aldea. Son los mecanismos de mi cerebro, como si la mente, angustiada por la época que estoy atravesando, necesitara refugiarse en los tiempos de la infancia y rememorar aquel verano que marcó mi vida igual que una erupción de lava deja su huella indeleble sobre la tierra.