Un libro de arte que rompe con el asentado modelo anglosajón: abundantes ilustraciones, textos breves e informaciones parceladas. Una propuesta distinta de procedencia alemana que presenta un texto continuado en el que se analiza un único cuadro de Rembrandt. Una idea novedosa, tanto en el estilo (el investigador utiliza un tono coloquial y se dirige directamente al lector), como en la cantidad de información que aporta sobre el pintor y su época, y sobre el cuadro. El texto, quizá en apariencia excesivo, se lee con verdadero deleite. Incluye ilustraciones en blanco y negro y en color. Un libro de arte que rompe con el asentado modelo anglosajón: abundantes ilustraciones, textos breves e informaciones parceladas. Una propuesta distinta de procedencia alemana que presenta un texto continuado en el que se analiza un único cuadro de Rembrandt. Una idea novedosa, tanto en el estilo (el investigador utiliza un tono coloquial y se dirige directamente al lector), como en la cantidad de información que aporta sobre el pintor y su época, y sobre el cuadro. El texto, quizá en apariencia excesivo, se lee con verdadero deleite. Incluye ilustraciones en blanco y negro y en color.

Rembrandt: El festín del rey Baltasar

Algo es seguro: Rembrandt, en realidad, no podía saber cómo sucedió. Ni qué aspecto tenía el rey. Ni si llevaba aquel elevado turbante. Ni si el jubón reventó sobre su enorme barriga.
Eso no lo podía saber. En definitiva, Rembrandt vivía en Holanda. Y Baltasar, que es el nombre del rey, vivía en Babilonia. Y Rembrandt jamás viajó a Babilonia y Baltasar tampoco viajó jamás a Holanda.