Continúa la trilogía con la desmitificación del vampiro al contraponerlo a las malas intenciones de los humanos. La señora Lizzi, que añora a su amigo desde que se fue con Vampirilla, sale a buscarle. Para ello vence las barreras físicas y psicológicas que se imponen a una señora mayor y se apunta a un tour por Transilvania. Será la líder del grupo con sus canciones, su buen humor y su observación del comportamiento del resto: descubre quién les ha robado y logra encontrar a su amigo que accede a acompañarle con sus dos preciosos hijos. Continúa la trilogía con la desmitificación del vampiro al contraponerlo a las malas intenciones de los humanos. La señora Lizzi, que añora a su amigo desde que se fue con Vampirilla, sale a buscarle. Para ello vence las barreras físicas y psicológicas que se imponen a una señora mayor y se apunta a un tour por Transilvania. Será la líder del grupo con sus canciones, su buen humor y su observación del comportamiento del resto: descubre quién les ha robado y logra encontrar a su amigo que accede a acompañarle con sus dos preciosos hijos.

Reencuentro con Vampirillo

La señora Lizzi se sorprendía cada vez más a menudo suspirando de pena por ella misma. Y entonces refunfuñaba:
-Lizzi, mira que eres una anciana idiota. ¡Ya sabes lo que odio la autocompasión! Esfuérzate, vete a pasear, haz algo, lo que sea, pero no estés así lamentándote.
Pero no servía de nada.
Ningún vampirillo en el cordón de las cortinas, ningún vampirillo que le tirase del pelo, ningún vampirillo que piase desde la cesta de la compra. Cuando cerraba los ojos veía a Vampirillo saludando desde su cesta hasta que el globo desaparecía...