Era domingo, Olga se aburría mientras su hermana Esther hacía las tareas y sus papás dormían. De pronto se le ocurrió una idea: ir a comprar dulces para el desayuno. Pero la panadería quedaba al otro lado de la calle y Olga no tenía permiso para cruzar la calle sola. Cuando regresó, su padre la esperaba en la puerta, estaba muy preocupado y la castigó. Olga tuvo que pasar el domingo en su habitación, pero con un poco de imaginación lo fue superando.
Olga es un personaje muy rico interiormente, tiene ingenio y una fuerte personalidad.
El libro está bien escrito, tiene mucho humor y consigue la complicidad del lector con la protagonista de la historia. Era domingo, Olga se aburría mientras su hermana Esther hacía las tareas y sus papás dormían. De pronto se le ocurrió una idea: ir a comprar dulces para el desayuno. Pero la panadería quedaba al otro lado de la calle y Olga no tenía permiso para cruzar la calle sola. Cuando regresó, su padre la esperaba en la puerta, estaba muy preocupado y la castigó. Olga tuvo que pasar el domingo en su habitación, pero con un poco de imaginación lo fue superando.
Olga es un personaje muy rico interiormente, tiene ingenio y una fuerte personalidad.
El libro está bien escrito, tiene mucho humor y... Seguir leyendo

Olga

Era domingo. Su hermana Esther hacía la tarea, sus papás dormían o aparentaban hacerlo, y Olga estaba aburrida. De pronto se le ocurrió una idea.
-Mamá, ¿puedo ir sola a la panadería?
-Prométeme... -dijo la voz adormilada de mamá.
Pero Olga no quiso escuchar ninguna frase que empezara con "prométeme".
-Les voy a comprar cuernitos y dulces. Yo tengo dinero.
Olga dijo "cuernitos" muy fuerte y "dulces" muy suave, pero todo con claridad.
Al girar la llave de la puerta tuvo una impresión deliciosa. El elevador era como un viaje en globo.