Jugando con maestría con el trepidante paso del tiempo y el cambio acelerado de escenarios, Carazo recrea con fidelidad las aventuras literarias de algunos de los mejores clásicos de la literatura de aventuras. Sabe servirse con habilidad de los relatos canónicos para tejer una novela iniciática en la que dos adolescentes ofrecen al joven lector la mejor estrategia de animación a la lectura: demostrarle que leer puede llegar a ser apasionante. La intensidad narrativa y la estimulante acción en la que se ven envueltos los protagonistas logran imbuir al lector de una identificación absoluta con ellas, hasta el punto de trasladarle a él también al interior de las novelas originales. Jugando con maestría con el trepidante paso del tiempo y el cambio acelerado de escenarios, Carazo recrea con fidelidad las aventuras literarias de algunos de los mejores clásicos de la literatura de aventuras. Sabe servirse con habilidad de los relatos canónicos para tejer una novela iniciática en la que dos adolescentes ofrecen al joven lector la mejor estrategia de animación a la lectura: demostrarle que leer puede llegar a ser apasionante. La intensidad narrativa y la estimulante acción en la que se ven envueltos los protagonistas logran imbuir al lector de una identificación absoluta con... Seguir leyendo

El túnel de papel

Sé que hubiera podido comenzar esta historia como hacen muchos libros, es decir, contando dónde nací, en qué trabajan mis padres y lo guapo que yo era de pequeño. Y luego seguir con mi amigo Héctor, y hablar de su afición a leer y a inventar cosas, y también del día en que le atropelló un coche cuando iba pensando en no sé qué. A continuación tendría que describir la pequeña ciudad de provincias donde los dos vivimos, ya sabes, una ciudad coqueta y arbolada, con su castillo en ruinas, sus paseos, su catedral gótica y el río que la divide en dos mitades. Como les decía, hubiera podido empezar así mi relato, pero no quiero hacerles perder el tiempo con un montón de detalles...