Cuento con magníficas ilustraciones que narra la hermosa relación que mantienen el abuelo Paco, un anciano maestro que vive en Vilariño, con su bisnieto Francisquito, que tiene cuatro años. Cuando un día toda la región está siendo asolada por incendios devastadores, su nieta Celia lo deja al cuidado de Francisquito, y ambos conversan sobre el incendio, ya que la angustia no entiende de edades. Para paliarla, ambos plantan un pequeño brote de árbol en un orinal, para replantarlo en la tierra cuando el fuego al fin se apague. Cuento con magníficas ilustraciones que narra la hermosa relación que mantienen el abuelo Paco, un anciano maestro que vive en Vilariño, con su bisnieto Francisquito, que tiene cuatro años. Cuando un día toda la región está siendo asolada por incendios devastadores, su nieta Celia lo deja al cuidado de Francisquito, y ambos conversan sobre el incendio, ya que la angustia no entiende de edades. Para paliarla, ambos plantan un pequeño brote de árbol en un orinal, para replantarlo en la tierra cuando el fuego al fin se apague.

Un caballo de fuego

Liciaga es un pequeño y antiguo país que está bañado en buena parte por un gran océano. Y en el océano, muy cerca de sus costas, emergen deliciosas islas: Ceis, Nos, Tomba, Xota, Monsian, Rausao.
Y donde los ríos vierten sus aguas al océano, en sus desembocaduras, se forman hermosas rías; en ellas, el agua dulce y el agua salada se dan abrazos de espuma blanca.
En Liciaga, como en otros lugares del planeta, han vivido momentos buenos y momentos difíciles; pero siempre han sabido enfrentarse a los problemas...