Una antigua leyenda dice que existe un pájaro de la felicidad: viaja de un lugar a otro pero nadie le puede asir. En este cuento tibetano alguien logró cazarlo y pensó que la felicidad sería eterna si lo mantenía preso. Un día el pájaro consiguió escapar, pero alguien le arrancó una pluma; desde entonces, la felicidad jamás volvió a ese lugar. Ahora, Wangjia tiene la misión de encontrar al pájaro y devolverle su pluma, así sobrevolará su pueblo y éste volverá a florecer. La felicidad pasa volando, pero no se puede retener a la fuerza. Una antigua leyenda dice que existe un pájaro de la felicidad: viaja de un lugar a otro pero nadie le puede asir. En este cuento tibetano alguien logró cazarlo y pensó que la felicidad sería eterna si lo mantenía preso. Un día el pájaro consiguió escapar, pero alguien le arrancó una pluma; desde entonces, la felicidad jamás volvió a ese lugar. Ahora, Wangjia tiene la misión de encontrar al pájaro y devolverle su pluma, así sobrevolará su pueblo y éste volverá a florecer. La felicidad pasa volando, pero no se puede retener a la fuerza.

El Pájaro de la Felicidad. Cuento del Tíbet

Esta historia ocurrió, dicen, hace mucho tiempo, en el Tíbet. En aquel país existía un valle donde no crecían ni la hierba ni las flores. La tierra era mala y las cosechas, siempre escasas.
Los habitantes de aquel valle vivían con el corazón encogido y la mirada triste. Por mucho que aguzárais el oído, nunca habríais escuchado una risa.
Debilitada por el hambre y el frío, aquella pobre gente no tenía ni ánimos para abandonar el valle e irse a vivir a otro sitio.