Esta trilogía narra el porqué de la escisión de la raza élfica. Tanto el Orador, Sithas, la máxima autoridad élfica, como su gemelo luchan unidos contra los humanos, que ansían parte de su territorio. Pero la guerra entre razas se convierte en guerra civil. Esta situación provoca una profunda brecha entre los dos gemelos, que se separarán definitivamente ya que Kith-Kanan, el pequeño, cree en la igualdad de las razas y de los mismos elfos. Kith se marcha para fundar una nueva nación, en la que todas las razas sean libres y permanezcan unidas. Esta trilogía narra el porqué de la escisión de la raza élfica. Tanto el Orador, Sithas, la máxima autoridad élfica, como su gemelo luchan unidos contra los humanos, que ansían parte de su territorio. Pero la guerra entre razas se convierte en guerra civil. Esta situación provoca una profunda brecha entre los dos gemelos, que se separarán definitivamente ya que Kith-Kanan, el pequeño, cree en la igualdad de las razas y de los mismos elfos. Kith se marcha para fundar una nueva nación, en la que todas las razas sean libres y permanezcan unidas.

Las naciones Élficas

El gran río Thon-Thalas fluía hasta el Sur a través de los bosques de Silvanesti. En el punto donde alcanzaban las tres cuartas partes de su recorrido, la anchurosa corriente se bifurcaba y dos ríos gemelos fluían en torno a una isla llamada Fallan. En esta isla estaba la capital de la nación élfica, Silvanost. Silvanost era una ciudad de torres, relucientes y blancas, que se elevaban hacia el cielo.