Cuando a Rita se le mete algo entre ceja y ceja... ¡Qué cabezona! Tiene que darse cuenta por sí misma. Sus padres deciden ir a pasar unas vacaciones a un camping y Rita se enfada. ¡No le gustan los campings! Pero allí sucederá algo terrible: se queda encerrada en un barco y por culpa de una tormenta acaba en una isla desierta. Rita aprenderá a ser autosuficiente, a aprovechar los recursos de su entorno y a valorar todas las pequeñas cosas que antes tenía y ahora no tiene. Además, la inesperada aparición de un inmigrante africano en la isla despertará su lado más solidario. Cuando a Rita se le mete algo entre ceja y ceja... ¡Qué cabezona! Tiene que darse cuenta por sí misma. Sus padres deciden ir a pasar unas vacaciones a un camping y Rita se enfada. ¡No le gustan los campings! Pero allí sucederá algo terrible: se queda encerrada en un barco y por culpa de una tormenta acaba en una isla desierta. Rita aprenderá a ser autosuficiente, a aprovechar los recursos de su entorno y a valorar todas las pequeñas cosas que antes tenía y ahora no tiene. Además, la inesperada aparición de un inmigrante africano en la isla despertará su lado más solidario.

Rita Robinson

La gasolinera tenía varios surtidores y una pequeña tienda, nada más.
–Se agradecen unos días de vacaciones en la playa, ¿verdad? –comentó el empleado.
–Sí, así es –respondió con una sonrisa Mónica, la madre de Rita.
–¿Viene de lejos?
–Sí, del norte; pero ya nos queda poco, vamos a la costa de Cádiz.
–Vaya, ustedes también. En las dos últimas semanas no ha parado de pasar gente que se dirigía allí. Los hoteles y apartamentos estarán llenos.
–Nosotros vamos a un camping, nos gusta más.