Gógol, un clásico de la literatura fantástica, recrea con maestría el ambiente campesino con pequeñas dosis de su producción más imaginativa. Una historia romántica influenciada por el cuento popular ruso, incluyendo el misterio al intercalar la leyenda de la casaca roja del demonio. Adaptado por Nazario de Casia, tiene todos los ingredientes para ser narrado: humor, romanticismo y misterio.
El texto, con deliciosas descripciones y diálogos, está acompañado de las ilustraciones de Gennady Spirin, que evocan las pinturas de Bruegel y los grabados rusos. Gógol, un clásico de la literatura fantástica, recrea con maestría el ambiente campesino con pequeñas dosis de su producción más imaginativa. Una historia romántica influenciada por el cuento popular ruso, incluyendo el misterio al intercalar la leyenda de la casaca roja del demonio. Adaptado por Nazario de Casia, tiene todos los ingredientes para ser narrado: humor, romanticismo y misterio.
El texto, con deliciosas descripciones y diálogos, está acompañado de las ilustraciones de Gennady Spirin, que evocan las pinturas de Bruegel y los grabados rusos.

La feria de Soróchintsi

Érase una vez una muchacha guapísima que se llamaba Paraska. Pues, señor, una mañana de agosto de mil ochocientos y pico iba nuestra Paraska en una carreta con su padre -un campesino de largos bigotes canosos, camisa limpia y sucios pantalones- y su madrastra -una mujer chillonamente vestida, codiciosa y desagradable-, que no sentía especial simpatía por Paraska. Iba a la feria de Soróchintsi a vender diez sacos de trigo y una yegua. Toda la gente que iba a la feria volvía los ojos hacia la carreta, aunque no por el trigo, ni por la yegua, ni por la madrastra ni por el campesino. Ya lo habéis adivinado: era por Paraska.