Versión literaria de la película homónima escrita y dirigida por el propio Miguelanxo Prado. Este precioso álbum constituye un privilegiado viaje a las profundidades marinas en el que todo resulta plástico y donde todos los sentidos se sienten aludidos: a la maravilla visual de los paisajes y los espléndidos óleos con motivos marinos se añaden en el imaginario del lector las melodías del violonchelo, los aromas y sabores del pescado, la textura de sus escamas o de las criaturas submarinas... Todo en este álbum es sugerente, evocador, emocionante, conmovedor, poético y sensual. Versión literaria de la película homónima escrita y dirigida por el propio Miguelanxo Prado. Este precioso álbum constituye un privilegiado viaje a las profundidades marinas en el que todo resulta plástico y donde todos los sentidos se sienten aludidos: a la maravilla visual de los paisajes y los espléndidos óleos con motivos marinos se añaden en el imaginario del lector las melodías del violonchelo, los aromas y sabores del pescado, la textura de sus escamas o de las criaturas submarinas... Todo en este álbum es sugerente, evocador, emocionante, conmovedor, poético y sensual.

De profundis

Érase una vez una casa en medio del Mar. La casa tenía una torre que miraba a Poniente, una escalinata que se adentraba en las aguas, y un árbol, por Levante, que florecía entre marzo y abril.
Allí vivían, enamorados, una mujer que tocaba el violonchelo y un pintor fascinado por el Mar y sus criaturas, por los secretos que guardan sus profundidades, los seres maravillosos que él imaginaba que las poblaban y por las costas de tierras lejanas al otro lado del mundo, a las que sus aguas podían conducir si se sabía encontrar el rumbo.