Carmen Gil, profesora gaditana que lleva muchos años a pie de escuela y poeta, ha escrito este gracioso cuento en verso sobre la soledad y la falta de cariño, protagonizado por un lastimoso fantasma deprimido. Gil, junto a la ilustradora estadounidense Sarah Webster, crea una historia en la que no faltan los elementos propios de un cuento de terror, aunque, gracias al tratamiento humorístico, hará sonreír tanto a los niños como a los adultos. Un libro especialmente adecuado, también, para leer y recitar en voz alta.
	Carmen Gil, profesora gaditana que lleva muchos años a pie de escuela y poeta, ha escrito este gracioso cuento en verso sobre la soledad y la falta de cariño, protagonizado por un lastimoso fantasma deprimido. Gil, junto a la ilustradora estadounidense Sarah Webster, crea una historia en la que no faltan los elementos propios de un cuento de terror, aunque, gracias al tratamiento humorístico, hará sonreír tanto a los niños como a los adultos. Un libro especialmente adecuado, también, para leer y recitar en voz alta.
 
 Un fantasma con asma

	Godofredo, el matasanos,
	se ha levantado temprano:
	va a visitar a un paciente
	más raro de lo corriente.
	Es un fantasma con asma,
	que ya ni asusta ni pasma;
	tose mucho, aúlla poco
	y estornuda como un loco.