Una piedra extraordinaria

En la Isla Pedregosa, vivían tres ranas: Marilyn, Augusto y otra que siempre andaba por ahí, vagando.
Esa otra se llamaba Jessica. A Jessica todo le parecía maravilloso. Daba largos paseos por la Isla Pedregosa, explorando y recogiendo cosas, y regresaba al caer la tarde gritando:
–¡Miren lo que encontré!
Y aunque tan sólo fuera una piedrita común y corriente, ella decía:
–¿No les parece extraordinaria?
Pero a Marilyn y a Augusto nada les impresionaba.
Un día, en un montón de piedras, Jessica encontró una completamente distinta a las otras...