Lo que comienza como un viaje marcado con el signo de la aventura se adentra en un territorio de mayor calado tornándose un viaje íntimo, iniciático. La historia, bien trabada, se asienta sólidamente sobre un sutil equilibrio entre lo externo y lo interno, y avanza con el paso firme de quien camina por terreno conocido. Tan atractivo resulta el recorrido por aquellos lejanos horizontes, al filo de ser alcanzados por la «civilización», y en compañía de personajes tan genuinos, que el lector, encantado, también viaja y hace descubrimientos. Y a la vuelta, como Mosquito, tampoco es el mismo que partió. Lo que comienza como un viaje marcado con el signo de la aventura se adentra en un territorio de mayor calado tornándose un viaje íntimo, iniciático. La historia, bien trabada, se asienta sólidamente sobre un sutil equilibrio entre lo externo y lo interno, y avanza con el paso firme de quien camina por terreno conocido. Tan atractivo resulta el recorrido por aquellos lejanos horizontes, al filo de ser alcanzados por la «civilización», y en compañía de personajes tan genuinos, que el lector, encantado, también viaja y hace descubrimientos. Y a la vuelta, como Mosquito, tampoco es el mismo que... Seguir leyendo

Tuva

¿Cuántas veces he releído estos dos cuadernos de escritura apretada? No lo sé; muchas. Para mí son un tesoro. Un tesoro desordenado e inagotable en el que no existe el tiempo. Desde que regresé de Tuva he sabido que tengo que escribir el relato más o menos minucioso de lo que viví y descubrí allí, pero siempre me he sentido atenazado, temeroso, como si ordenar y copiar y reescribir fueran actos sucios, una violación del pasado. Temo que, al hacerlo, el sueño se me rompa, se me deshaga entre los dedos.